sábado, 11 de diciembre de 2021

Lección 23, Noveno Grado, Tercera Orden

 "El retorno del Fanatismo es un Peligro demasiado Real"


-El Pensamiento único en la Religión y en la Ciencia. El Pensamiento único como herramienta de manipulación y control de las masas-


En realidad el fanatismo siempre ha acompañado a los seres humanos y nunca se ha ido del todo; pero es cierto que de tanto en tanto regresan, con fuerza renovada, algunos peligrosos picos de fanatismo, ya sea de parte de lo religioso o del cientificismo. 


Tipos de fanatismos hay una gran diversidad, en tanto que el fanatismo es una característica inherente al ego humano que no ha madurado y que siempre quiere y necesita llevar la razón. Existen, no solo fanatismos religiosos sino también deportivos, políticos, ideológicos y personales. ¿Cuantas discusiones, por nimiedades, no han acabado con amistades de muchos años?. Incluso, lo impensable sucedió hace ya unos años, en centro Europa, cuando dos amigos salieron a tiros porque uno defendía las tesis de un filósofo Kan y el otro las de otro Nietsche. Esto es porque el fanatismo, hijo primogénito de la Ignorancia, es algo demasiado humano.


La Iglesia Católica, una Institución religiosa muy cerrada, después de la Reforma Protestante, la Contrareforma y la Revolución Industrial, ha pasado por un largo periodo de calma y donde grandes personajes, especialmente Jesuítas, como Taylard de Chardín, sostuvieron teorías revolucionarias sin que la curia del Vaticano se despeinara.


Un Gran Hombre, Juan XXIII, el Papa bueno, quien en algún momento perteneciera a la Masonería escocista rectificada, promovió el Concilio Vaticano II, como forma de abrirse a la Sociedad y no cerrarse a dogmas monolíticos que pudieran ser enfrentados y demolidos por una Ciencia que, en su época, venía arrollando los antiguos conceptos cartesianos y escolásticos.


Pero esa, vamos a llamar, revolución dentro de la Iglesia Católica vino a durar hasta que el Banco Ambrosiano, la Logia Masónica Propaganda 2 y la Banca Vaticana llevaron al Vaticano a la quiebra económica. Fue entonces cuando la larga mano del Opus Dei, la poderosa Secta de Monseñor Escribá de Balaguer, con su inmenso Capital económico, llegó en socorro de la Curia Romana y el protagonismo que hasta ese instante había estado representado por los intelectuales jesuitas pasó a mano de los exaltados economistas miembros del Opus Dei, lo que favorecería la llegada al Poder del Vaticano de un Papa reaccionario como Juan Pablo II, que no solo favorecería el afianzamiento del poder, dentro de la Curia romana, del Opus Dei, sino también de otros exaltados como los marianistas, los catecúmenos y los legiinariosos de Cristo Rey.


Este nuevo protagonismo de las sectas más fanáticas y retrógradas del Catolicismo vino en detrimento de los proyectos progresistas fundados por la Compañía de Jesús, como fuera, por ejemplo, la Teología de la Liberación y su implicación, en Latinoamérica, con los indígenas y la parte más pobre de la Población.


El Vaticano de Juan Pablo II desarticuló el poder de los jesuitas y adquirió las formas y maneras de algunas de las más exaltadas sectas evangelistas estadounidenses repartidas por el Mundo, muy lejos de cualquier tipo de progresismo y de avanzar en paralelo con la Sociedad, como se pretendiera en el Concilio mencionado.


Con la llegada del Papa Francisco, de origen Jesuita, parece que nuevos vientos soplan en Roma; pero no parece que vayan a ponérselo fácil los suyos propios. Si un Papa bueno, como Juan XXIII, es hoy tomado, como un hereje que fue dañino para la Iglesia, por una gran parte de la Sociedad Eclesiástica, cosa incomprensible, el nuevo Papa Francisco es señalado como la personificación de la infiltración del mal dentro de la Iglesia.


Esto es así, porque la huella dejada por el Reaccionario Juan Pablo II, que subió al poder tras el execrable asesinato del efímero Juan Pablo I, y su caterva de legionarios fundamentalistas ha calado profundamente en los cimientos de la Sociedad Católica.


Ese Fanatismo de un Catolicismo trasnochado viene enfrentado a un progresismo Católico que entiende que la Iglesia no puede permanecer al margen de la Sociedad. Así, el demostrado ecumenismo del Papa Francisco es fiel reflejo de las premisas del Concilio Vaticano II de Juan XXIII.


Si entramos en Internet, los personajes del más rancio liberalismo y de la extrema derecha, vemos cómo tienen al actual Jefe de la Iglesia de Roma, poco menos que como la personificación del Anticristo, en tanto que durante la época de influencia del Opus Dei transformó a una gran parte de la feligresía Católica, su base, en una suerte de remedo creacionista del fundamentalismo fanático de algunas iglesias evangélicas Norteamericanas.


Por otro lado, creo que ya hablamos en otro momento de ésto, también ha surgido un fundamentalismo cientificista, que aún sin estar constituido por verdaderos científicos e investigadores, utilizan el argot científico de una mera divulgación amarillista, con el fin de imponer, por la fuerza de la sinrazón, sus interesadas tesis, entendemos que, también, equivocadas. Esta nueva Religión ha abrazado a su Ídolo el Ateísmo y en el abandono de cualquier tipo de creencia en la supervivencia del Alma Humana. Así el Humanismo Cristiano es continuamente atacado por estos nuevos fanáticos fundamentalistas, convirtiéndose, por un lado, el Fanatismo Religioso y por el otro, el Fanatismo del Cientificismo ateo, como los dos polos de dos grandes potencias enfrentadas y, en medio de esa permanente confrontación, tenemos a una víctima ya muy castigada, el Sentido Común y la gente común de a pie.


Hoy en día, todo lo que no case con una u otra de las sectas expuestas en éste Trabajo, es atacado por ambos bandos y perseguida hasta su pronta desacreditación y desaparición.


Así tenemos que la Naturopatía homeopática y el Misticismo Oriental, por poner solo dos ejemplos, son atacados, de forma inmisericorde, desde ambos frentes. Por el lado del Fanatismo Religioso se habla de Herejía y de Ideas Satánicas. Esto es así porque esas ideas no están contempladas en su Teología y suponen un peligro para que la gente pudiera aceptar sus ideas descabelladas, aunque férreamente argumentadas mediante entelequias teologales. Así, todo lo que huele a Filosofía y Nueva Era, también son producto de Satanás; pero los ataques desde el otro frente, no son menos violentos, y las ideas místicas y los remedios naturales de sanación, por ejemplo, son tildados de pseudociencias conspiranoicas y un terrible peligro para la Salud Humana y el Progreso de la Sociedad.


Sea como fuere, la mayoría de los que estamos por acá, nos encontramos en medio de un fuego cruzado lanzado por grupos fanáticos, "no progresistas", que luchan o por mantener su poder o por ocuparlo para llevar el ascua a su sardina; es decir, manipular el Destino de la Humanidad para favorecer sus propios intereses.


Esto nos recuerda, demasiado, al largo enfrentamiento que tuvo lugar, entre los siglos XVIII Y XIX, entre la Nobleza de origen feudal y la Burguesía procedente, fundamentalmente, del ámbito comercial; pero que terminaría afianzándose gracias a la tecnología surgida de las revoluciones de pensamiento, primero, e industrial después. En ese sentido, a favor de la Burguesías, tuvieron mucha importancia las logias masónicas como lugares de ingeniería ideológica y de maquinación de intrigas para desbancar a parte de la Nobleza del Poder. Decimos parte porque debemos de entender que muchos de los más altos cargos de tan insigne Organización eran pertenecientes a la propia Nobleza y estos Nobles fueron una basa importante, en íntima colaboración con la Burguesía, para acabar en casi todo el Mundo con el Régimen Feudal. En medio de aquel fuego cruzado estaba, como hoy lo está, el Pueblo llano, que ha venido siendo utilizado como peones prescindibles en una lucha por detentar el Poder y favorecer sus mutuos intereses.


Mientras exista esa guerra fratricida entre los poderosos, el resto podremos sentirnos tranquilos, como lo estábamos cuando, durante la Guerra Fría, había dos superpotencias enfrentadas. El equilibrio de poder se mantenía; pero si hoy, por cualquier motivo, prospera uno de los dos contendientes sobre el otro; es decir, el falso progresismo de un cientificismo ignorante contra el reaccionario régimen del trasnochado fanatismo Católico por el otro, estaríamos verdaderamente jodidos.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C