domingo, 20 de marzo de 2022

Lección 70, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Iluminati, su Impronta" (6)


-La marca que dejan los demonios familiares-


Aunque algunos científicos cerriles lo nieguen, cualquier producto deja una marca electromagnética en el agua. La Sangre Humana, como vehículo del Alma, está constituida básicamente de agua. Así, los individuos que han mantenido una conexión con los arcontes, en tanto que su "Demonio Familiar", traspasan una cierta impronta a todos sus herederos genéticos, aunque sea el propio Arconte el que decide traspasarse, tras la muerte de su huésped, a otro elemento más joven de la Familia y que le resulte compatible.


Es evidente que dicho individuo será elegido por el anterior huésped del Demonio Familiar, como su Heredero Universal. No ya, porque exista una natural afinidad entre el donante y el donado; sino también porque el propio Arconte influye e induce a los parientes para que esto se produzca así y no de un modo distinto.


Esa impronta, de la que hablamos, en el resto de herederos que no han recibido al Demonio Familiar funciona a modo de sello o como una marca diferenciadora que sirve al Arconte en el caso de que tuviera que tomar un nuevo cuerpo al fallecer su huésped, generalmente, por accidente. Decimos que por accidente, porque no es habitual que los huéspedes de tales entidades fallezcan a temprana edad y de muerte natural.


Esa impronta, sin constituir la plena programación del Arconte, concede a los herederos, tras muchas generaciones, características y cualidades propias del Huésped y de su Demonio Familiar. Es como, salvando la naturaleza fantástica, si un no vampiro, sin llegar a ser vampiro, tuviese las habilidades propias de algún ancestro que sí se hubiese convertido en vampiro, antes de engendrar a su progenie.


Quienes poseen la impronta propia de las ancestrales Casas Reales de rancio linaje, mantienen algunas características de los demonios; pero sin llegar a serlo. Esto, en muchas ocasiones los convierte en seres suertudos y que consiguen cumplir, con cierta facilidad, sus más profundos deseos; pero, por el contrario, los convierte en más refractarios a las radiaciones electromagnéticas de la Gnósis procedentes del Pleroma. 


En modo alguno estamos diciendo que sean inmunes al toque de la Gnósis; pero sí que, esa impronta en su sangre los convierte en menos susceptibles de ser atraídos hacia la Fuerza Gnóstica de una forma natural; es decir, no forzada o provocada.


Por otro lado, esa marca invisible suele ser reconocida por el resto de los arcontes, siendo respetado su Propietario sin ser molestado. De ahí esa "Suerte" en la Vida que hemos mencionado. Esa Marca es conocida como Nobleza o Gallardía y también es reconocida por aquellos que portan, en su sangre, la impronta de otros arcontes o de los mismos miembros de las otras familias Illuminati. Así, es más fácil que alguien con la Marca invisible e indeleble de un Demonio Familiar sea reclutado para formar parte de los testaferros Illuminati.


De algún modo, aunque se puede revertir, es como si estuviesen condenados a vivir toda su vida para éste Mundo y al servicio de sus amos naturales, los arcontes. Se puede revertir porque a pesar de tan pesado lastre poseen, también, una intuición mucho más desarrollada que los humanos comunes y, a medio o largo plazo, pueden detectar lo que realmente les sucede, si se los convence, y del por qué de su supuesta buena fortuna. Una fortuna que, con el tiempo, intuyen que es más una maldición que algo positivo de cara a su futuro, después de la Muerte.


Cuando un portador de éste tipo de marca despierta a su verdadera condición y decide revertirla se convierte en el peor enemigo que pueden encontrar, en su camino, los demonios familiares, en tanto que poseen la capacidad de exorcizarlos y de despertar a los huéspedes parasitados por ellos. 


Eso es terrible para tales demonios en tanto que, de producirse el exorcismo, quedan en extremo debilitados y con la capacidad perdida de volver a ocupar a otro huésped que no hubiese sido, previamente, seleccionado. Tantos años llevan atadas estas entidades, a sus arcanas familias de humanos que, con el tiempo, han ido perdiendo la capacidad de capturar a nuevas presas, libres, de las cuales poder alimentarse.


Aquellos portadores de la impronta de los demonios familiares y que han despertado a la Verdad, se encuentran como inmunizados ante el ataque de los arcontes y, todo ello, sin perder su buena fortuna y capacidades psíquicas innatas, tanto para detectar a los arcontes como para enfrentarlos victoriosamente.


Por lo tanto, si posees este tipo de marca y ya, por el tiempo transcurrido, no perteneces a una Familia Illuminati, estás de enhorabuena en caso de que tu estés leyendo éste escrito y nosotros lo hayamos realizado de la forma adecuada para que pueda traspasar esa coraza de acero con la que te ha marcado tu ancestral Familia Illuminati.


Aralba R+C