domingo, 20 de marzo de 2022

Lección 69, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Illuminati, mil sucedáneos" (5)


-Querer y no Poder-


Si entramos en Internet y buscamos Illuminati en algún buscador, nos aparecerán miles de artículos relacionados. Muchos de ellos pertenecientes a blogs, páginas web y redes sociales que dicen pertenecer a diferentes organizaciones denominadas como Illuminati. En realidad, nada de eso es extraño en tanto que lo mismo sucede si tecleamos Masonería o Rosacruz. 


Sí, como les cuento, no todo lo que parece ser es lo que dice ser. Hay grupos Illuminati creados con el fin de vaciarle los bolsillos a los imbéciles e incautos. 


Existen grados internos que se autodenominan como Illuminati dentro de organizaciones rosicrucianas y masónicas. En el rosacrucismo, generalmente desde un Décimo Grado y en la Masonería de altos grados, desde el Grado Treinta de "Caballero Kadosh" hasta el Treinta y tres de "Gran Inspector General". 


En fin, cada cual es libre de denominar a cada cosa como le venga en gana; pero lo cierto es que nada tienen que ver con los "Illuminati" de los que aquí venimos hablando y que, en realidad, están relacionados con las casas imperiales, reales y gobernantes cuyo linaje se extiende, en el tiempo, hasta un pasado inmemorial.


Cada cual puede intentar alardear de lo que desee; pero les aseguramos que, a medio y largo plazo, terminan haciendo el ridículo. Tan ridículo es autodenominarse como Caballero Templario, Frater Rosacruz o Hermano Masón como atribuirse algún título nobiliario que no se posea. Sabemos lo que decimos y de lo que estamos hablando.


Pueden llegar a poseer un Diploma Illuminati si hacen carrera en determinadas órdenes rosicrucianas, de la OTO o de la misma Masonería. También puede conseguir su título Illuminati y un bello medallón a cambio de inscribirse por una cuota económica en algún sacacuartos Illuminati; pero tenga usted por seguro que ese camino que piensa seguir no conduce a alguna parte. Al menos no a pertenecer a una de las pocas familias Illuminati o convertirse en alguno de sus testaferros.


De hecho, vamos a profundizar un poco en algo que comentamos en el Capítulo anterior: El pertenecer a una Familia Illuminati no significa ser un Illuminati. ¿Cómo se come eso?, Me preguntarán ustedes. El Illuminati, es la Persona que mantiene una estrecha comunión con un Demonio Familiar, Arconte, que se va transmitiendo dentro del núcleo familiar Illuminati, de generación en generación. 


Un Monarca no tiene por qué ser el Illuminati, en el sentido que en éste Trabajo le estamos dando, dentro de la Familia Illuminati, bien podría ser su consorte o algún otro familiar cercano que intriga en la sombra. No sé si se nos entiende. Otros miembros de la Familia Real podrán o no, ser meros testaferros.


De hecho, existen monarquías, como la española, que perdida su Tradición podrían considerarse como no Illuminati y en las que, como es natural, no existe algún miembro Illuminati; pero en donde sí es posible que alguno de sus miembros pudiese ser Testaferro de algún verdadero Illuminati perteneciente a otra Familia Real. En el caso del ejemplo que hemos puesto, la anterior Reina consorte del Reino de España, sin ser una Illuminati, bien se puede decir que fue, no sabemos si lo sigue siendo, una Testaferro Illuminati, en tanto que Miembro del Club Bildelberg.


Existen muy pocos Illuminati perfectamente identificados y tan notorios como el de la Reina Isabel II de la Casa Real Británica. De hecho, una característica propia de la simbiosis Iluminati con sus demonios familiares, es una larga longevidad. En ese sentido, muchas de las momias vivientes que manejan los designios del Mundo, podrían ser señaladas como Illuminati sin equivocarnos demasiado.


Durante nuestra trayectoria, como Investigador, hemos conocido a personas que han entrado en la Masonería o en los grupos rosicrucianos con el fin de llegar a codearse con altos miembros Illuminati y así escalar tanto en lo social como en lo económico y en lo profesional. Pues van dados porque allí no van a encontrar ni a un Illuminati ni, muy probablemente, a alguno de sus testaferros. Es, como indicamos en el encabezado, un querer pero no poder. Quienes entren en estos grupos con la intención de escalar hasta la cúspide Illuminati lo llevan claro porque el Illuminati debe de haber nacido, por condición de su Demonio Familiar, en una Familia Illuminati y los testaferros Illuminati son difícilmente abordables pues son ellos los encargados de reclutar, de motu propio, a los futuros testaferros de los Illuminati. Es complicado que pelotas y trepas de libro pudieran ser elegidos para tan importantes labores.


Estas sectas y grupos, supuestamente relacionadas con los Illuminati, no solo se encuentran en la base de la pirámide sino que en algún lugar de la propia base se rompe cualquier posible enlace con las dinastías Illuminati. Por lo tanto, la imposibilidad de codearse con ellas es absolutamente manifiesta.


Sirva nuestro trabajo para que los trepas que buscan el poder se lo piensen dos veces antes de acercarse a esos lugares que, falsamente, se dice que sean semilleros o lugares de reclutamiento de los Illuminati. Quienes constituyen dichas sectas de intriga y conspiración, incluidos sus más altos grados, solo son los peones prescindibles en un complicado juego de ajedrez.


Aralba R+C