viernes, 4 de noviembre de 2022

Lección 158, Noveno Grado, Tercera Orden

 "El mayor temor de muchos"


-La pérdida de lo material; pero ilusorio-


"Cuando Jesús salía para irse, vino un hombre corriendo, y arrodillándose delante de Él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Jesús le respondió: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. Tú conoces los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”».


«Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud», dijo el hombre. Jesús, mirándolo con amor le dijo: «Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes, dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; entonces vienes y me sigues». Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes."

(Marcos 10:17-22)


"Es más fácil para un camello (adulto) pasar por el ojo de una aguja, (puerta de emergencia, nocturna, de las fortalezas) que para un rico entrar en el reino de Dios»."

(Marcos 10:25)


"Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los bendijera, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él». Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos."

(Marcos 10:13-16)


Los pasajes bíblicos expuestos son concisos y comprensibles. Pareciera que decir algo acerca de ellos, comentarlos, fuese algo superfluo e innecesario; sin embargo, si miráis en Internet o asistís a la prédica de muchos pastores y sacerdotes, veréis que se comentan, siempre, con la intención de intentar variar, significativamente,

 su contenido.


Escucharéis o leeréis que se puede ser rico si el dinero lo dedicáis para buenas acciones y cumplís con la supuesta Ley del Diezmo; es decir, podéis ser cochinamente ricos siempre que os convirtáis en filántropos de la Humanidad y ayudéis económicamente a vuestra Parroquia o Iglésia como es debido.


Se os comentará, para unas cosas sí y para otras no, que solo se trata de parábolas alegóricas para cultivar el Alma y que bueno, tampoco es imposible, que un camello no pueda entrar por el ojo de una aguja, en tanto que no es el de una aguja de coser sino que se trata de una puerta por la que cabían solo las personas. En ese sentido, claro, un camello adulto no puede entrar íntegro; pero sí uno infante o un adulto descuartizado y convertido en filetes; en fin, podréis leer o escuchar excusas múltiples para que intentéis no ver lo que las escrituras dicen con meridiana claridad, sin dobleces. 


Nosotros, en éste instante, no vamos a comentar los pasajes expuestos; en tanto que, hablan por sí mismos y quienes estén dispuestos a entender entenderán, sin ser teledirigidos para entender otra cosa diferente de lo que se quiere decir; solo remarcamos el interés que tienen algunos para que las palabras dichas por Jesús no sean tomadas al pie de la letra, como debe de ser. Al fin y al cabo, nos repetimos, "Todo es simbólico" ¿Verdad?; repetimos, para unas cosas sí, lo que nos interesa y para otras no, lo que deseamos que quede escondido bajo la alfombra y no salga a la luz porque nos avergüenza.


Muchos, demasiados, son quienes utilizan el pasaje de ser como niños con el fin de que se entienda que hay que ser ingénuo para acercarse a la Palabra de Dios. Esto, con el fin de ser fácilmente manipulables por pastores y sacerdotes; pero cualquier lector, a primera vista y sin ser teledirigido, entiende que solo los libres de prejuicios, como los niños que aún no se encuentran maleados y adoctrinados, pueden acercarse a Dios y entender, sin necesidad de comentarios de relleno o excusas prefabricadas, los mensajes de Cristo que nos han traído Jesús y los profetas.


Por lo tanto, queda claro que para acercarnos a la verdad tenemos que lavarnos la mugre del adoctrinamiento previo y aceptar, los mensajes,no con ingenuidad; pero sí sin prejuicios previos. Prejuicios que siempre condicionarán nuestro entendimiento al funcionar como si de lentes tintadas se trataran.


Por otro lado, queda claro que quienes viven jugando a amasar dinero y a acaparar propiedades, por muy caritativos que fueren, nada tienen que hacer de cara a recibir a Cristo en su Corazón. De eso trata la Salvación de las almas. Muchos son los que ponen la excusa de enriquecerse con la intención de utilizar, dichas riquezas, con el fin de hacer el bien a los demás; pero tengan en cuenta que solo se trata de excusas. En realidad, la gente así es muy interesada y ven su "filantropía" como un mero pago, apropiado según ellos, a cambio de conseguir dinero y bienes, y poder mantener su riqueza.


Mantengámonos sin prejuicios como los niños pequeños y desvinculémonos de cualquier apego a las posesiones y el dinero. Vivamos con lo justo y necesario, sin miedo a quedarnos sin nada en tanto que Cristo se encuentra en nosotros y cuida de nosotros. En ese sentido, no perdamos nunca la Fe.


Decir que tenemos un Porsche 911, un Rolex Submariner y un Chalet con piscina gracias a Dios es una auténtica blasfemia, en cuanto queden personas, en el mundo, que no tienen algo que echarse a la boca.


El Mundo, repetimos, funciona como una balanza equilibrada con una serie de pesas. Cualquier desequilibrio se produce porque retiramos pesas de uno de los platillo para colocarlo en el otro. Cualquier afán o deseo por tener algo, lo que sea, provoca un desequilibrio que, tened por seguro, siempre perjudicará a alguien y, a largo plazo, también a nosotros; en tanto que es un freno para el progreso espiritual.


En ese sentido, trabajad, trabajad y trabajad recibiendo con alegría lo que buenamente os llegue a las manos, tomando solamente aquello que necesitéis y pasando a otros aquello que os sobre y no os sea de utilidad. No acaparéis nada. Dejad que todo fluya, como el agua corriente, con el fin de que la balanza de la vida se mantenga lo más equilibrada posible.


No os engañéis, dado que las expresiones de altruismo y filantropía son solo las excusas que utilizan aquellos que se saben sucios e intentan lavar sus consciencias; pero os podéis engañar a vosotros, también a los demás; pero en modo alguno podréis engañar a Dios, quien os observa desde lo más profundo de vuestro interior; desde lo más profundo de nuestro interior nos observa a todos.


Aralba R+C