"El Timo y Mito de la Ultraderecha,"
-Cuando los ultras se dan la mano-
Existen unos cuantos fanáticos sedientos de radicalismo, violencia e incluso odio que son ubicados, convenientemente, en los extremos del arco político, denominandolos como de extrema izquierda o de extrema derecha. En realidad eso no es cierto en tanto que son unos descerebrados de tomo y lomo.
Ciñéndonos a la "Extrema Derecha", ya le llegará el turno a la extrema izquierda, queda decir que está siendo mal utilizado el Término, en tanto que están denominando de derecha a algo que no lo es.
En los bancos de la derecha, en los parlamentos, se suelen sentar los conservadores; es decir la gente que defiende el capitalismo. Hoy en día, también podríamos incluir a los liberales, ultraliberales, anarcocapitalistas y los neoliberales que, en el fondo, a su modo, defienden un capitalismo extremo libre de cualquier sentimentalismo humano; dicho de otro modo, la supervivencia de los más fuertes y el sometimiento o discriminación de los más débiles, menos inteligentes o menos capacitados. Señores, esa es la única y verdadera ultraderecha.
Pero, sin embargo, cualquiera que nos esté leyendo, entiende por ultraderecha a los miembros de los grupos fascistas, nacional socialistas o falangistas. Bien, estos grupos, mal que les pese a los seguidores de la izquierda, ya sean social demócratas, socialistas, comunistas o anarquistas, estos dos últimos que podríamos incluir en la ultraizquierda, no son de ultraderecha ni, por lo tanto de derechas, en tanto que propugnan algún tipo de socialismo nacionalista y patriótico, generalmente católico, no marxista; en tanto que, señores míos, el socialismo es muy anterior a los postulados del filósofo Carlos Marx.
Los grupos mencionados, en ciertos casos y por sus actitudes inapropiadas, democráticamente hablando, podrían considerarse como ultra nacionalistas sin signo alguno de izquierda o derecha; pero jamás como ultraderechistas, en tanto que son contrarios al Capitalismo conservador e inhumano, en cualquiera de sus manifestaciones, y defienden un socialismo comunitario y patriótico ceñido a los miembros de una Nación. Tampoco pueden ser considerados de ultraizquierda, en tanto que las izquierdas suelen ser identificadas con alguna suerte de ideología marxista con diferente pureza.
Aquí no estamos discutiendo si las ideologías nacional patrióticas son buenas o malas o si tienen o no cabida en los sistemas democráticos; solo tratamos de mostrar que el lenguaje para señalarlos como de ultraderecha está equivocado o utilizado, con muy mala fe, para confundir a los ciudadanos. Bien, ese calificativo de ultraderecha fue inventado por las izquierdas marxistas para señalar a sus peores enemigos, los socialismos nacionalistas, de origen cristiano, y situarlos en el bando contrario, en la Derecha, junto a los Capitalistas y que, al mismo tiempo, reciben una mala fama que, en el sentido en que hablamos, no les corresponde.
Ahora bien, como hemos repetido de forma sostenida, la Rosacruz no defiende ningún tipo de Gobierno de los existentes y basados en ideologías egoicas. La Rosacruz no se postula ni al lado de conservadores ni de progresistas o nacionalistas. Lo nuestro no es el Globalismo ultraconservador, el Nacionalismo patriótico o el Internacionalismo marxista.
La Rosacruz aconseja, no intenta imponer, como gobierno de las naciones una reinvención de la Democracia en la forma de una Sinarquía de expertos colegiados y que ya hemos explicado, de forma pormenorizada, en su momento. Quien lo desee y tenga interés, que repase lo índices de los grados que constituyen nuestras lecciones. No se trata de cambiar el infierno en el Paraíso, lo cual sería imposible, ni de perpetuar, hasta la eternidad, algún Sistema de Felicidad permanente. Ese no es el verdadero objetivo final de la Rosacruz; pero ante la vista del reinado de tanta miseria e injusticia, a la Rosacruz no le queda otra que, humildemente, entrar en Política temporal mediante sus estudiantes y aportar su pequeño granito de arena basado en el más estricto sentido común.
Un Gobierno Sinárquico, Colegiado de verdaderos expertos políticos, no profesionales, y elegidos de un modo perfectamente democrático y por una ciudadanía debidamente formada, que no adoctrinada, y cuya verdadera alfabetización cultural sería la primera directriz a conseguir y, sin la cual, las otras de justicia, libertad e igualdad serían una absoluta imposibilidad.
Para terminar, recuerden que la nomenclatura y las denominaciones políticas son engañosas. La Sinarquía Rosacruz no es globalista, internacionalista o nacionalista. No es marxista o capitalista. Es simplemente humanista y universalista, cuyo único deseo es conseguir poder sobrevivir, del mejor modo posible y en comunidad, en el infierno que es éste Mundo. No nos andamos con engaños.
Aralba R+C