jueves, 1 de septiembre de 2022

Lección 135, Noveno Grado, Tercera Orden

 "La entelequia profana del Héroe solitario"


-Para el Místico, la Soledad es una necesidad-


Los héroes más famosos del cómic, el cine y la televisión anglo-sionistas suelen vestir la entelequia tópica de la soledad. Se trata de una entelequia porque a nivel profano el héroe solitario es un héroe muerto, no existe.


La Especie Humana, en su relación social, se parece mucho más a la estructura de los lobos que al de los osos; es decir, suele conseguir sus objetivos al unirse en grupos de todo tipo; desde los lúdicos y delictivos a los de presión y de gobierno. Los grupos más cohesionados son los que suelen conseguir sus objetivos.


El Héroe solitario, de ficción, ofrece la vana esperanza de que el Bien siempre triunfa sobre el Mal gracias a algún tipo de intervención divina. Los superpoderes de algunos héroes intentan significar eso; pero, a parte de que eso no existe, el superhéroe solitario se enfrenta a supervillanos, contra los cuales sus habilidades quedan igualadas y ya no posee algún sentido el poseer algún tipo de superpoder. Al final, como sucede en el mundo de la realidad, el superhéroe deja su soledad para unirse a otros héroes en algún tipo de Liga o Grupo de Combate.


En éste Mundo, un Mundo de violencia y donde la Fuerza siempre prevalece, ya sea física o de otro tipo, el Héroe solitario siempre está condenado a tener una vida muy breve, pues estorba porque la Sociedad se dá cuenta y a Ésta, le cuesta mucho cambiar de costumbres; en éste caso de malas costumbres.


Al Héroe solitario, que existe a pesar de todo lo anteriormente comentado, lo podemos encontrar en la soledad de su misticismo. Ellos están a otra cosa, inmersos en una Guerra, quizá no tan visible; pero no menos cruel. Es una guerra contra las fuerzas arcónticas de la Naturaleza, los demonios del Mundo. Aquí no sirven ligas, grupos ni legiones. En éste Caso, las batallas las realiza el Espíritu contra aquellas fuerzas que intentan manipular la Realidad.


No son guerras a lo Rambo con fusiles y machetes ni con poderosos y extraños superpoderes mutantes o seudocientífico. Son guerras mentales, que el Místico entabla dentro de sí mismo. Esa Guerra Cósmica, en soledad, al no tener visibilidad alguna, no es tenida en cuenta por el Mundo Profano y, por lo tanto, completamente ignorada.


Recuerden, mis amigos, que la Prudencia, que no la cobardía, es una virtud que debe de poseer todo héroe si presente mantener su Profesión Heroica por un tiempo prolongado. No se trata de sacar el machete y gritar a los cuatro vientos: "Malditos venid a mí que aquí me tenéis", en tanto que ponerse de diana, no sé si sea algo inteligente.


La Guerra Mística se desarrolla en otro Plano existencial, de forma soterrada; pero extraordinariamente real, aunque no se vea y sí, existen consecuencias que se manifiestan en el Mundo de la Realidad. Porque no se os olvidéis de que las guerras que aquí se producen son consecuencia directa de las que entablan, los verdaderos héroes solitarios, en los planos invisibles de existencia.


Aralba R+C