jueves, 1 de septiembre de 2022

Lección 136, Noveno Grado, Tercera Orden

 "La utilización de la Ignorancia para favorecer la Guerra"


-¡Miren!, ¿A ver si me entienden?, "En una Guerra no hay buenos ni malos, solo víctimas reales manipuladas para sentirse víctimas políticas"-


Una parte intrínseca de las guerras es la propaganda mediática que antecede, acompaña, por parte de los contendientes y sigue después, ahora sí, solo por parte de los vencedores. Los perdedores bastante tienen con callar para, con suerte, preservar la existencia.


Miren, vamos a poner las cosas negro sobre blanco "No existen las guerras justas"; otra cosa es que se intenten justificar, en tanto que la perdida de vidas humanas es inadmisible bajo cualquier concepto. No sirve decir es que éste tiene razón por haber sido humillado e invadido y aquel es el malo por humillar e invadir. 


A primera vista, sin entrar en detalle, pareciera que es justo que el humillado utilice todos los medios a su alcance para hacer frente a la humillación; pero si entramos en el ámbito de los detalles, notamos que nadie tiene razón, por el mero hecho de usar las armas y matar para defender unas posturas que siempre serán subjetivas, en tanto que las fronteras no son algo natural sino producto del consenso político o la fuerza militar; es decir, se trata de algo artificial y proveniente del capricho humano.


Con esto queremos llegar a "No es de recibo, bajo cualquier circunstancia, apoyar militarmente a cualquiera de los contendientes". La verdadera ayuda humanitaria, si se realiza con sinceridad, bienvenida sea; pero el apoyo militar es una aberración de las relaciones comunitarias, dado que, aunque se niegue, todos somos hermanos y no existe una sola guerra que no sea de naturaleza Civil.


Si se quiere favorecer la Paz y se es un Agente externo, respecto del conflicto, lo suyo sería ofrecer ayuda para favorecer el diálogo dentro de un entorno de sentido común y donde no, necesariamente, tenga que haber vencedores y vencidos. En el momento en que se solicita o se ofrece ayuda militar se está tomando partido por uno de los contendientes y, de forma indirecta, produciéndose, de facto, una Declaración de Guerra contra uno de los contendientes dentro del conflicto.


Armar a cualquiera de los contendientes de un conflicto provocará muertes de seres humanos con nombre y apellidos, con familias y, probablemente niños pequeños. Hay que sumar a éste Dato, el que una gran parte de quienes se encuentran en el Frente de Batalla, lo son obligados y bajo pena de ejecución. Ténganlo eso en consideración cuando reflexionen sobre éste Asunto.


No existe Guerra, por justificada que puediera parecer, que merezca el apoyo de las gentes de bien. En el trasfondo de todos los conflictos bélicos siempre hay personas, seres humanos como nosotros que pagarán con su sangre, vida y sufrimiento de sus familiares, las consecuencias de que una Guerra se prolongue de firma artificial apoyando a uno cualquiera de los contendientes, en lo militar.


Tras una Guerra solo hay vencidos y la victoria solo es una ilusión transitoria que no podrá cerrar las heridas abiertas de la guerra y que se manifiesta en el odio entre personas de las diferentes regiones. Ese Odio, con total seguridad, volverá a abrir las heridas en un futuro más o menos lejano y el conflicto seguirá reproduciéndose generación tras generación.


Hágame caso, no existe conflicto bélico que merezca su apoyo. Del mismo modo que una mecha consume su fuego cuando la vela se consume, así hay que dejar que se extingan, por sí solos, los conflictos militares. Su apoyo debe de ser siempre dirigido en una sola dirección, el humanitario con el fin de aminorar, en lo posible, los daños y en impulsar el diálogo entre los adversarios y que es exactamente lo mismo que soplar la vela para que se apague. Hágame caso, nosotros no apagaremos un fuego arrimandole una antorcha encendida.


Aralba R+C