lunes, 16 de mayo de 2022

Lección 95, Noveno Grado, Tercera Orden

 "No, no somos Illuminatus"


No somos una creación de Marvel, de la mano del guionista Brian Michael Bendis y no, no compartimos protagonismo con "Pantera Negra, Capitán América, Ironman, Doctor Extraño, Namor, Reed Richard, Profesor Xavier y Black Bolt o Medusa". Tampoco somos un miembro del Grado 33 de la Masonería Escocesa ni superamos los nueve grados establecidos de la Rosacruz de Oro del Siglo XVIII o pertenecemos a la anflófona Orden de Malta. Evidentemente, tampoco pertenecemos a alguna espurea organización ocultista autodenominada como Illuminati, ni estamos dispuestos a intrigar y conspirar en post de cambiar un Mundo que sabemos que no tiene arreglo.


Espero que con lo expuesto, ya no quede duda alguna, de que no somos ninguna pieza de los engranajes que gobiernan el Sistema y que, como dijera Jesús de Nazaret, no hemos venido a reinar en éste Mundo, ni, por supuesto, a cambiarlo. Dejaremos que, en su momento, se extinga y podamos todos gozar del regreso al verdadero Hogar Celeste, de donde somos originarios.


Durante años hemos defendido la postura de que la Organización Illuminati, al menos la original de los Iluminados de Baviera no existe, dado que se extinguió en el mismo siglo en el que naciera, el XVIII; no obstante, debo de reconocer que su Espíritu permanece en la gente. Ese Espíritu de cambiar el mundo para hacerlo más habitable y mejor vivible. El Espíritu de conspirar, intrigar y manipular, al estilo de Maquiavelo, con el fin de conseguir ese bendito Objetivo Final.


Si, en ese sentido y solo en ese, los Illuminati siguen existiendo y, de verdad, aunque unos pocos de ellos lo sean, nada tienen que ver ni con la Masonería, los rosacruces u otras organizaciones iniciáticas y discretas. Si consideramos que ese Espíritu Iluminati es el que Gobierna nuestro Mundo, podríamos entender que los miembros de las élites financieras, económicas y tecnocráticas podrían ser identificados como Illuminatus, junto a algunos de los miembros de las casas reales europeas y algunos miembros de la Curia Romana como el Papa negro de los Jesuitas.


Curiosa contradicción, en tanto que los originales Illuminati, los verdaderos y extintos, buscaban justo lo contrario: la eliminación tanto del Poder de la Iglesia como de las familias reales y no será porque, a posteriori, algunos no lo intentaron, primero con la Revolución Francesa y después con la Bolchevique en Rusia. Entonces, de verdad y pongámonos serios, ¿Quiénes son los Illuminati?, ¿Aquellos que siempre han detentado el Poder o aquellos que pretenden usurparlo para tomándolo e intentar cambiar de rumbo a la Sociedad? Todo muy extraño, ¿No creen?.


En realidad, esto de los Illuminati es una recreación moderna de un guasón editor de la Revista Play Boy, Robert Antón Wilson, inspirado en la figura del Ocultista Inglés Aleixter Crowley. Lean, por favor su Obra compartida "Illuminatus" y si pueden, también algo más de su Obra obsesionada con el Mago Británico, como "El Martillo Cósmico" y salgan de dudas.


En realidad, los Illuminatus de la actualidad podría decirse que son una impostura de la Historia; es decir, algo absolutamente inexistente; pero que ha cobrado vida por arte y gracia de los lectores más fantasiosos y como diría alguien; "Porque el agua suena, el río agua lleva"; pero no han caído en la cuenta de que el río puede estar perfectamente seco y lo que se escucha no deja de ser otra cosa que una cascada de agua ficticia surgida, su sonido, de un aparato de televisión. En ese sentido, tengan cuidado porque "Las apariencias engañan". ¿Se han percatado de que todo refrán posee su contrarefrán y que nos dice justo todo lo contrario?


Definitivamente los Illuminati no existen salvo en el imaginario popular. Y ese inconsciente colectivo ha creado un suerte de egregor que baña a la mayor parte de los grandes y poderosos desvergonzados y sin vergüenzas de nuestro Planeta. Aquellos que no tienen escrúpulos para, aprovechándose del Sistema, acaparar en sus fondos de inversión toda la riqueza planetaria, a expensas del hambre y de la pobreza extrema de una gran mayoría de la Población.


Definitivamente no somos algún Illuminati, en cualquiera de sus sentidos. Los Illuminati son gentes de éste Mundo que persiguen que éste perviva, secula seculorum a un más que probable Big Crunch; pero eso es imposible y se trata de una batalla perdida; en tanto que, éste Mundo no fue concebido para perdurar, del mismo modo que cualquier Obra de Teatro posee una duración determinada; pero bueno, si ustedes creen que es posible construir el Cielo en la Tierra, sigan laborando en ese sentido; pero luego no se quejen cuando venga una ola y desintegre sus castillos de arena porque aunque ustedes crean que los Illuminati trabajan con piedras sacadas de canteras, en realidad sus constructos son de Humo.


¿Sigue aferrado, ahora, a la verdadera existencia de los Illuminati?


Pregúntese, de veras, por el status que tenían los esquiroles judíos en los campos de concentración nazis. ¿Piensa a caso que eran Illuminati porque tenían la capacidad de denunciar a sus hermanos?, No, en realidad sólo se trata de testaferros de un poder superior; en su caso el poder militar Nacional Socialista; pero volviendo a nuestro tiempo, solo se trata de un Poder invisible, los arcontes, que manejan los hilos del mundo en las sombras.


Olvídese de los Illuminati y comience a construir, como dijera Jesús, en el Cielo y no aquí en la Tierra donde el ollín y los gusanos lo degradan todo. Deje de conspirar e intrigar pensando en un supuesto bien mayor. Sea honesto y sincero, el resto del Mundo se lo agradeceremos.


Aralba R+C