sábado, 7 de mayo de 2022

Lección 92, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Salud, longevidad y Estado Iniciático"


-¿Poseen alguna relación relevante?-


¡Ninguna!


Hoy vamos a hacer una pequeña excepción y vamos a comenzar por algo diferente al título de ésta reflexión.


Del material que circula por Internet de las monografías de las diferentes escuelas rosicrucianas ya he hablado largo y tendido. No, no estamos de acuerdo con el trapicheo que se realiza con dicho material; pero también debo decir que ese material para nosotros y para cualquier Iniciado, en los misterios, vale cero. Cero patatero.


Esto viene a cuento porque alguien de quien no deseo recordar su nombre, hoy, me ha propuesto intercambiar la información de los grados que obstento, de las escuelas por las que he pasado, por cerca de 300Gbits de información correspondiente a los estudios, supuestamente secretos, de un montón de organizaciones iniciáticas, algunas de las cuales ni siquiera conocía que existieran.


Por regla general, éste que os habla, tiene la costumbre de tomar apuntes de sus estudios para, a continuación, destruir la información. Esto lo hago, desde siempre, entre otras cosas, para cumplir con mis promesas, juramentos y para que, cuando ya no esté, no pueda decirse que deje dicha información a mis familiares para que puedieran negociar con ella. 


No, no dispongo de materiales originales ni masónicos ni rosacruces, salvo mis propios trabajos o la colección de libros de mi biblioteca y cuyos tomos pueden encontrarse en cualquier buena librería que se precie. Siento un poco de lástima por aquellos que trafican con el material iniciático y me provoca ternura su ingenuidad. La ingenuidad de creer que en esa colección de material sustraído o conseguido de forma inapropiada, no sé, encontrarán algún secreto inconfesable capaz de convertir a sus propietarios en inmortales o multimillonarios. 


Un verdadero Iniciado no necesita de materiales escritos por terceros para constituir una Escuela, un Aula, un Templo o una Logia Rosacruz o Masónica. En cualquier instante, de ser necesario, su Ser Interno le proporcionaría el material necesario para instruir a los demás o salir del paso. 


Solo los ignorantes e inútiles necesitan copiar el trabajo de terceros para mostrar su grado de Iniciación; por supuesto, un grado que no poseen. Es como intentar vivir de las apariencias, de lo que han vivido otros. 


Yo, por no conservar, no conservo ni los mandiles o las joyas masónicas. Solo quien me haya conocido en persona, o quién me tenga confianza conoce que lo que decimos es verdad, lo que piensen los demás nos importa bien poco.


Por lo tanto, aquellos que quieran tener mis estudios en La Rosicrucian Fellowship, el Lectorium Rosicrucianum, AMORC, la Masonería Regular Española o de La Gran Logia Simbólica Española, que se vayan olvidando, pues en su día devolví todos los materiales o los destruí de forma sistemática. Lo que sí hago es invitarlos a estudiar nuestro propio Trabajo que, al fin y al cabo, no deja de ser otra cosa que la visión particular de todo aquello que hemos estudiado más lo que nuestro Maestro Interno nos ha instado para que mostremos al público y, en éste sentido, nada más tenemos que decir.


Respecto al Título de este artículo, tenemos que decir que algunos, durante estos años, nos han comentado cosas como "Fulanito de tal no debió de ser un Gran Iniciado, en tanto que sufrió dolorosas enfermedades y murió muy joven a pesar de predicar acerca de una dieta alimenticia de gran poder terapéutico"


Bien, sabemos que esas cosas no se comentan demasiado pues pertenecen al Mundo de lo Políticamente Incorrecto, como si hablásemos del sexo o del color de la piel respecto al nivel de Iniciación; pero, ciertamente, agradezco estas preguntas tabú porque me dan la oportunidad de tratar temas que, de otro mono, no se me habrían ocurrido.


El Estado Iniciático de una Persona, en ningún caso, puede ser juzgado por alguien que no sea ella misma. Empezamos bien. A partir de aquí podríamos dejarlo; pero no seré tan descortés con nuestros lectores.


La Longevidad viene determinada por los renglones que posea el Libro del Destino y que se cuece en los fogones de la Cocina del Destino, por parte del Espíritu, antes de hacer efectivo un nuevo renacimiento; es decir, una encarnación.


La Salud y las penalidades sanitarias dependen del contenido de los renglones mencionados y de la experiencias dolorosas por las que ha decidido pasar el Ser, previamente a su encarnación.


Se puede, levemente, intuir el estado iniciático de un Individuo no por su longevidad o estado de salud; sino por el modo en que enfrenta su dolorosa y penosa situación. Un Iniciado, y no estamos señalando a nadie, no va por ahí quejándose toxicamente de lo malito que se encuentra, de lo mal que ha sido tratado por la vida o que el Mundo entero conspira contra su bienestar. Por cierto, esto último es absolutamente cierto; pero el Iniciado lo asume con naturalidad, del mismo modo que todos los días primero amanece y después anochece.


Salvo casos extremadamente graves, que no pueden ocultarse a la vista de nadie, un Iniciado parece ir radiante por la vida, cuando quizá esté sufriendo indeciblemente a causa de una enfermedad dolorosa e incurable.


Creemos haber contestado, suficientemente, a la cuestión de por qué ha habido instructores que han superado los cien años de edad sin aparentes dolencias y por qué otros no han superado la treintena y sus vidas han sido un puro calvario de dolor y sufrimiento.


"Por sus obras los conoceréis" y ahí está el quiz de la cuestión, en la calidad y cantidad de trabajo realizado durante su vida, ya haya sido corta o larga. Una larga vida con poco trabajo realizado, de baja calidad y generalmente copiado de terceros, es la prueba palpable de un nivel Iniciático bastante lamentable; sin embargo una vida corta; pero plagada de magníficas obras cargadas de originalidad y sabiduría, es la prueba incontestable de que su hacedor fue un verdadero Iniciado. No hay que olvidar tampoco la Calidad Humana.


No obstante, dicho todo lo anterior y para finalizar, os recordamos que ningún verdadero iniciado juzgará a otra Persona aún habiendo pasado a la Historia como un Stalin o un Hitler, Napoleón o Robespierre, porque nadie es digno de juzgar a nadie que no sea a uno mismo.


Aralba R+C