sábado, 14 de mayo de 2022

Lección 93, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Narcisismo, ego y Nacionalismo"


Hemos comentado que el Ego, la Personalidad, está constituida de una infinidad de diminutos egos. Esto lo conocen muy bien en el "Cuarto Camino". Cuando esa Personalidad está estructurada; es decir, funcionando los egos de forma sincronizada y perfectamente disciplinada, se dice que la Persona está equilibrada mentalmente. Cuando por cualquier motivo, esto no sucede se habla de psicosis o desequilibrio mental.


Hemos puesto la Palabra ego en minúscula porque Ego, en algunas escuelas rosicrucianas, se refiere a una Parte elevada del Espíritu Humano; es decir, en ese contexto, el "ego" sería la Personalidad y el "Ego" sería el Yo Superior o Ser Interno; pero aquí no lo estamos utilizando de dicho modo. Por lo tanto, es importante que nuestros lectores entiendan, de forma provisional, que aquí y ahora, el "Ego'' es la Personalidad y el "ego", más bien los egos, son las incontables células constituyentes del Ego; es decir, de la Personalidad.


Una Persona desequilibrada mentalmente, endemoniada podríamos decir, es aquella cuyos egos andan fuera de control y, consecuentemente, sujeta a variables o continuos cambios de personalidad, en los casos más graves y extremos.


Un Narcisista, una Persona Tóxica, no es un enfermo mental y que posea un desequilibrio en el ejercicio del liderazgo de sus egos; se trata de Una Persona, en ese sentido, muy equilibrada; pero cuyo Ego, repetimos Personalidad, se encuentra endiosada y creyéndose muy por encima del resto de sus congéneres; pero los líderes de su Personalidad son egos extremadamente faltos de empatía y egocéntricos. Un Narcisista es un individuo para el que lo único importante es él mismo y siente que todo, en el Universo, gira en torno a sí. Por lo tanto, es una Persona que puede ser cruel y falta de empatía, de ahí que sean el prototipo de personas tóxicas y dañinas para quienes se encuentran cerca de ellas. Son individuos en los que no se puede confiar, pues las virtudes morales no cuentan, en tanto que, para ellos, todo lo que existe en el Mundo es suyo y, por supuesto, no están dispuestos a compartirlo con nadie. Poseen complejo más que de reyes, de emperadores.


Pero ¿Que pintan los nacionalismos en éste asunto? Aparentemente nada, en tanto que una Persona con su Ego desestructurado en múltiples egos sin control, es un Individuo movido por la anarquía propia de una falta de liderazgo; y los fascismos, es decir, los nacionalismos, por el contrario, son férreos y disciplinados.


Respecto al Narcisismo, la única relación que pudiera existir y que, realmente, se ha dado en la Historia, es que los fascistas, dirigentes nacionalistas, suelen pecar de Narcisistas; en tanto que, para el Narcisista, la gente que lo rodea no deja de ser otra cosa que las cabezas de ganado de un rebaño que se encuentra a su entero servicio. El Líder Narcisista, libre de empatía, no tendrá algún reparo en sacrificar a parte o al conjunto del rebaño con el fin de conseguir su propósito narcisista de enaltecer su Ego o Personalidad; es decir, fortalecer el liderazgo de sus egos narcisistas en su propio y avaricioso Ego.


En realidad, un Estado Nacionalista no es otra cosa que un Súper Ego, narcisista, controlando un rebaño sometido de Egos despersonalizados. El Nacionalismo es básicamente el Líder y es por ello que estos dejan de tener sentido cuando fallecen o caen en desgracia. Digamos que un Estado Nacionalista, alegóricamente, viene a ser como una Mente organizada y disciplinada por una serie de egos narcisistas. 


En cierto sentido, parece ser una suerte de Gobierno estable y donde todo está en su sitio y funciona de forma sincronizada; pero el problema surge por su fragilidad, en tanto que cuando el Ego debe de cambiar de líderes, cosa habitual en la Naturaleza Humana, el Contructo Nacionalista se desmorona, se viene abajo, en tanto que el único pilar que sustenta a los nacionalismos es el Fascista o Individuo Narcisista, el Dictador o Caudillo.


Con todo esto queremos decir que no es algo tan simple el relacionar a un ego o al Ego con los nacionalismos o con el Globalismo; sino que se trata de algo mucho más complejo y determinado por la necesidad de, determinadas mayorías, de ser gobernadas con el fin de sentirse protegidas; es decir, donde el individualismo está sometido al Espíritu de la Colmena y donde el Fascista narcisista haría la función de la Reina; es decir, para que existan los nacionalismos es necesario que se den dos condiciones: en primer lugar, la aparición de un Líder Narcisista y la Existencia de una gran mayoría, libre de su propia individualidad, y que necesite ser gobernada y dirigida por un Líder externo.


Así, podríamos decir que una Sociedad Nacionalista es una Sociedad despersonalizada y donde todos los individuos del Grupo están sometidos a las decisiones unilaterales del Líder. Líder que, por regla general, ha sido elegido por los individuos, aunque en algunos casos ha sido impuesto a la fuerza y por las armas. En éste sentido, no se puede decir que los egos o el Ego, en un sentido unívoco, tengan algo que ver con los nacionalismos o con el Globalismo.


Es una salida fácil; pero sin consistencia argumental, decir que los nacionalismos son debidos a la preponderancia de ego y, sin embargo, el globalismo a la superación de las limitaciones del ego. Eso nos parece una tontería sin fundamente, en cuanto que los nacionalismos requieren de una masa crítica de individuos estupidizados y sin ego; pero el Globalismo, no deja de ser otra cosa que un Ultra Nacionalismo llevado a la enésima potencia; en tanto que un Estado Globalista no deja de ser otra cosa que un Supra Estado Fascista dirigido por un grupo de Narcisistas que persiguen el dominio mundial y la esclavitud sistemática y controlada de los individuos que conforman el Rebaño.


Por favor, que no os engañen. No mezclemos las churras con las merinas, aunque ambas razas sean de ovejas.


Es hora de despertar.


¡Pásalo!


Aralba R+C