jueves, 21 de abril de 2022

Lección 83, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Cosmología de la Mente del Pleroma"


-El Vacío Cósmico del Mundo de las Ideas y su relación con el Multiverso-


Para poder comprender lo que sigue a continuación, debemos de hacer un contundente ejercicio de olvido. Olvidar los conceptos preconcebidos que se nos ha ido inoculando, por generaciones, durante nuestra estancia en un Mundo que se rige por leyes naturales, arcónticas, muy estrictas.


Vamos a tratar, nada más y nada menos, de la estructura de la Mente de Dios y para ello tenemos que usar nuestra imaginación. Una Imaginación que, como no podría ser de otro modo, le pertenece a Él, a la Entidad incognoscible que los gnósticos conocían como "La Plenitud" (El Pleroma o Dios el Padre"


Por un instante imaginemos lo inimaginable; es decir, que lo único que existiera, desde la entelequia de un exterior inexistente, fuese una única "Singularidad" Una singularidad es un punto sin dimensiones; dicho de otro modo, infinitamente pequeño. Ahora, por un instante, imaginemos que esa singularidad funcionase como un Portal, al estilo de la "Tardís", la cabina telefónica de la policía londinense, que oculta la Nave del Señor del Tiempo el Doctor Who. Exacto, por fuera, es más pequeña que por dentro y en la misma proporción; lo que quiere decir, es que si por ese afuera inexistente era infinitamente pequeña, en su interior es infinitamente grande.


Imaginemos que ya nos hemos introducido en el interior del Pleroma y, tras la natural sorpresa, vemos una estructura celular, como de globos unos unidos a los otros por sus membranas y entre las cuales no existe nada. Pues bien, todo el Pleroma, La Mente de Dios o el Mundo de las Ideas es un infinito Vacío Cósmico. Un Vacío que, como iremos viendo, no es tal al estar lleno de Todo, incluso el Multiverso. Multiverso que, por analogía, no sería otra cosa que un conjunto de papilomas; es decir, verrugas que crecen u se multiplican dentro de las células que hemos mencionado y que conforman la estructura interna del falso Vacío.


En primer lugar, antes de entender qué son las células, los eones, que conforman el Pleroma, vamos a intentar comprender de que está compuesto el Pleroma. Dijimos que al introducirnos, por el singular portal, dentro del Pleroma nos invadió el Infinito; es decir, el Pleroma no posee una membrana externa, en tanto que no posee dimensión o frontera exterior, dado que el afuera del Pleroma es algo inexistente. 


El Interior del mal denominado vacío Cósmico está lleno de Éter. El Éter y el Vacío Cósmico son una misma cosa y se trata del Campo en cuyo interior se encuentran todos los demás campos, incluidos los de los eones, los multiversos, los macrocosmos y los microcosmos. Ese Vacío Cósmico lleno de Éter es el Mundo de las Ideas y las Ideas, que son el fruto de la Mente del Pleroma, son la manifestación original de Dios y de las cuales surge todo los demás, tanto los mundos sutiles e imaginarios como los consistentes, materiales, y regidos por unas leyes muy concretas.


Una vez conocida la Esencia primordial del Pleroma y que no deja de ser una Mente Cósmica multidimensional, eterna e infinita, vamos a centrarnos en su estructura segmentada interna y que no son otra cosa que los eones; pero antes de proseguir, deberemos de matizar la idea de multidimensionalidad para que nuestra analogía no se mal intérprete. Estamos ilustrando una imagen en dos o tres dimensiones; pero necesito que entiendan que eso no es así. Estamos tratando de una Singularidad sin dimensiones, donde todo lo que existe, en su interior, tampoco posee dimensión alguna, luego veremos que la espacio temporalidad, solo es una ilusión virtual, y donde todo lo que existe está autocontenido al estilo de las muñecas rusas "las matrioskas"; es decir, aunque yo les diga a ustedes que los eones son como globos unidos por sus membranas y que dentro de ellos se encuentran sus respectivos universos, esto no es exactamente así. Ustedes deben de imaginar una singularidad, el Pleroma, dentro de la cual, como infinitas singularidades, se encontrarían los eones y dentro de esas singularidades se encontrarían sus respectivos multiversos como singularidades, y dentro de los cuales se encontrarán los universos, las galaxias, los sistemas estelares y los mundos. Todo ello contenido en un Sistema Multidimensional; pero para entendernos, seguiremos con nuestra ilustración bi y tridimensional.


Los infinitos eones que conforman el Pleroma son consustanciales con Él y podríamos decir que representan, cada uno de ellos, una cualidad intrínseca del Pleroma. Los humanos hemos definido solo unas Pocas como:


La Omnisciencia, Omnipresencia, Soberanía y Supremacía, Santidad, Poder, Bondad, Paciencia, Gracia y Misericordia, Amor e Irá, "Sabiduría", Espíritu, Mente, Voluntad, Creación y Manutención,...


Cualquier cualidad imaginable es atribuible al Pleroma y cada una de ellas es uno de sus eones. Así Sabiduría; es decir, "Sophia" no deja de ser uno más de esos eones o infinitas cualidades de Dios.


Pues bien, no podemos conocer, aún, si en cada Eón existe un Universo diferenciado del resto y cuyo conjunto formaría el Multiverso. Si todos y cada de los eones contuviese un Universo, el Multiverso también sería infinito; pero aunque esto no fuese así, sí podemos adelantar que el número de universos que constituyen el Multiverso es incontable como incontables son el números de cuerpos estelares que constituyen cada uno de los universos posible.  


Nuestro Universo está constituido como una especie de verruga interna dentro del Eón "Sabiduría". El Universo está separado de su Eón, es decir del Pleroma, mediante una membrana multidimensional y que no es otra cosa que aquello que nuestros científicos conocen como el "Vacío Cuántico"; no obstante, nuestro Universo, del mismo modo que el resto de todos ellos, a pesar de la membrana del vacío cuántico, está permeado por el Éter, la Esencia que constituye el Pleroma.


Ese Éter es maleable y toma diferentes formas en cada uno de los universos existentes, formando desde las más diminutas partículas del Vacío Cuántico y sus radiaciones así como las super estructuras galácticas del Cosmos. Todo lo que existe está constituido de Éter en diferentes densidades: desde la mera energía invisible hasta las cosas más densas de la materia.


Todas las cosas temporales existentes en los incontables universos son consecuencia de la densificación o materialización de las eternas ideas que constituyen el Pleroma y que son consustanciales, en todos los sentidos, con Él. En realidad se trata de una iImagen proyectada y con apariencia psicológica de densidad.


Todo lo que existe en el Multiverso son universos reflejados, unos en otros, basados en las características propias de cada uno de los eones creadores; es decir, no tiene por qué, aunque puede que sí, estar todos los universos constituidos de características similares. Existen universos muy parecidos; pero que, sin embargo, se rigen por leyes muy diferentes y, por lo tanto, serían incompatibles entre sí. Del mismo modo existen universos muy diferentes entre sí; pero cuyas leyes serían compatibles y, por lo tanto, sus seres intercambiables.


El Lema del "Realismo Fantástico" es "Hay otros mundos; pero están en Éste". Yo quitaría el "pero" y lo dejaría en "Hay otros mundos entrelazados en Éste, que también está en todos ellos" Esto es así porque los mundos experienciales solo son proyecciones ilusorias con apariencia densa y, en realidad, todos ellos ocupan el mismo espacio dentro de esa singularidad sin dimensiones en donde mora la infinita y eterna mente celestial.


Por otro lado, para terminar, no nos asusta el juicio, a éstas palabras, de la Ciencia, en tanto que sabemos que éstas cosas son así independientemente de que no las defienda con la cerrazón del fanatismo que define a la Ignorancia. El Tiempo es el juez más justo e imparcial y al juicio del paso del tiempo dejamos estas palabras, con el fin de que sean los futuros científicos quienes refrendan estas palabras como los actuales validan, hoy, muchas de las sentencias de los gnósticos del pasado. 


Aralba R+C