jueves, 18 de agosto de 2022

Lección 131, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Valorando que el Pensamiento de un Objeto Mágico es legítimo"


-Hay que tener cuidado con lo que se desea-


Está reflexión, en esencia, es muy cortita pues solo hay que decir que si el acto mágico proviene del Maestro Interior, el único Mago posible, será legítimo; pero si proviene de la Personalidad, el Brujo, sin el beneplácito de Christos, el Señor Dios, casi con total seguridad será ilegítimo. Recuerden cómo debe de finalizar cualquier Oración dirigida a Dios: "Hágase tu voluntad"


"Tú eres mi Dios; enséñame a hacer tu voluntad, y que tu buen espíritu me guíe por caminos rectos" 

(Salmos 143:10)


Dicho todo lo que debía decirse al respecto de lo que supone la legitimidad mágica, cabe decir que, lamentablemente, la inmensa mayoría de los actos mágicos provocados, por los seres humanos, son ilegítimos y como consecuencia el Mundo se dirige en su devenir, sin rumbo fijo, cuesta abajo y sin freno.


Desde la invención del vapor hasta el descubrimiento de la Energía Atómica, pasando por la Tecnología electrónica y sus derivados, la radio, la televisión, la informática e Internet. Todos ellos, y otros muchos más, son objetos mágicos traídos del Mundo de las Ideas sin el beneplácito de Christos, el Señor; dicho de otro modo, están con nosotros por el deseo, obra y gracia de la Personalidad del Ser Humano, del Brujo, y aunque la idea para su uso, en su día, fuese loable, sin embargo, las consecuencias para el desarrollo personal de los seres humanos, no han sido solo útiles, lamentablemente.


Como dijimos con anterioridad, los actos mágicos ilegítimos y que, por ende, no poseen la autorización del Maestro Interno, terminan volviéndose contra sus descubridores, convirtiéndose en una pesadilla para toda la Humanidad. Así, todos los grandes avances tecnológicos han sido de una gran utilidad para lo que se denomina como el Progreso Humano; pero a medio y largo plazo, en realidad, han supuesto un terrible lastre ecológico que las gentes de nuestro tiempo no hemos sabido resolver.


Bajando a la cotidianeidad, para que se nos entienda mejor. La casi totalidad de los objetos mágicos que se traen del Mundo de las Ideas, son puros actos de egoísmo. El auto que se necesita con la excusa de tener un instrumento útil para no perdernos alguna conferencia, el mejor colegio para nuestros hijos, una casa suficientemente espaciosa y con jardín para nuestras mascotas, un barquito para compartir buenas charlas con nuestros mejores amigos, un jet privado porque nosotros lo valemos, etc, etc…


Ciertamente creamos excusas muy elaboradas con el fin de vestir al objeto mágico deseado con un aura de legitimidad; pero, en realidad, no solo engañamos a los demás sino que también lo hacemos a nosotros mismos; pero a Christos, el Dios de nuestro Corazón, es imposible que pudiéramos engañarlo.


Está Magia Ilegítima es una pseudomagia pues aunque los objetos son traídos del Mundo de las Ideas, como no puede ser de otro modo; es decir, del Pleroma, sin embargo lo que traemos, al hacerlo la Personalidad y no el Ser Interior, resulta defectuoso y tendente a volverse en contra nuestra en su proceso de degradación caótico. De hecho, la energía utilizada por los pseudo magos es energía prestada, o robada de la gente que les rodea en su entorno. En absoluto procede de esa fuente de Energía de Punto Cero, de la que hablamos, y que se encuentra en nuestro Corazón; dado que si así fuese, entonces su origen sería legítimo y procedente de Christos, nuestra Rosa del Alma.


Los objetos mágicos ilegítimos nacen con el germen de la degradación. Una degradación que se suma a la ingente cantidad de objetos mágicos previos, también degradados, y que fueron robados del Mundo de las Ideas. Esto supone una contaminación enorme de nuestro Mundo con objetos mágicos ilegítimos y que, lo único que consigue es desequilibrar al conjunto del Universo. Dado que nos encontramos en una vorágine de ésta naturaleza, desde el principio de los tiempos, lo único que puede esperarse es un deterioro progresivo y que ya resulta irreversible; cuyo fin último solo puede consistir en la final Destrucción total del Universo.


Aralba R+C