domingo, 20 de febrero de 2022

Lección 55, Noveno Grado, Tercera Orden

 "No existe nada nuevo bajo el Sol"


Los sistemas políticos existentes son castrantes para la Inteligencia y la Creatividad humana; favoreciendo, sin embargo, las actitudes egoístas y de insolidaridad. Y nos da lo mismo que se trate de ideologías socialistas o capitalistas.


Y no es sólo un motivo por lo que ésto es así sino por muchos acumulados durante la existencia de nuestra Civilización. Algo que la Pedagogía no ha sabido resolver de forma adecuada.


El excesivo intervencionismo del Estado es uno de los principales problemas; pero no el único. La existencia de derechos y patentes, dentro del ámbito privado, es otro de los inconvenientes que impiden un verdadero desarrollo sostenible de la Especie Humana, sobre todo, a nivel tecnológico.


En el caso del Estado porque no cumple con su función de servicio a sus ciudadanos, sino que ha devenido en una suerte de parasitismo que requiere, cada vez más, recursos fiscales. Ya no solo por la ingente cantidad de emolumentos de una importante cuantía que se lleva la propia estructura del Estado, entre funcionarios y políticos; sino también por los recursos que se dilapidan, unas veces de forma inútil, por incompetencia de trabajadores y cargos públicos y otras por la avaricia y la corrupción que termina convirtiéndose en isquémica.


El Estado se ha convertido en una suerte de voraz depredador que parece no poder ser saciado nunca y requiere de más y más impuestos, tasas, multas y demás métodos recaudatorios para poder salir adelante. Aún así, los gastos públicos sufren un aumento aritmético que termina endeudando a las naciones con la Banca Internacional.


En novelas y películas se critica a los sistemas recaudatorios de épocas pasadas; pero los actuales, en ciertas ocasiones, no dejan de ser igual de injustos e inhumanos; sobre todo con los más desfavorecidos. 


Resta decir que el Sistema recaudatorio del IRPF, tan extendido en el Mundo Civilizado, proviene de Estados Unidos e impuesto por el Presidente Demócrata Thomas Woodrow Wilson (1913-1921), también impulsor de la nefasta institución privada conocida como la Reserva Federal. Respecto a las tasas por aperturas de negocios, decir que se trata de una barbaridad en tanto que se exige unos pagos previos incluso antes de que el Negocio resulte rentable. 


Eso impide que muy buenas ideas puedan ponerse en marcha, al no poseer el emprendedor, la suma de dinero necesaria para pagar dichas tasas previas. Lo que hace que siempre tengan que endeudarse previamente con los bancos y llevarlos a una servidumbre permanente y a la posible ruina personal de no salir el negocio adelante.


Por lo demás, el Mundo ha heredado también de los Estados Unidos, un Sistema de Patentes que, a nuestro parecer, perjudica el progreso humano al impedir que los investigadores puedan mejorar inventos ya existentes, al menos sin abonar al Creador una considerable suma de dinero. Y decimos que eso nos parece injusto, en tanto que los inventos y descubrimientos no pueden pertenecer a alguien. Con los derechos de la Propiedad Intelectual sucede otro tanto de lo mismo, al impedir que los autores puedan mejorar trabajos anteriores y comenzados previamente por otros autores. 


Para ponerles un ejemplo, imagínense una composición musical de alguien recientemente fallecido y que otro autor ha encontrado que una parte de la partitura puede mejorarse considerablemente hasta el punto de que podría ser transformada, de una muy buena Obra en una genialidad. Pues no, si antes no abona a la familia el importe estipulado de los derechos de la patente. 


Todavía se entiende mucho mejor, respecto a la tecnología, cuando alguien intenta mejorar un producto o un fármaco y que podría beneficiar a la Especie Humana. Pues no, existe ese hándicap al que deben de enfrentarse los investigadores y de no pagar los derechos correspondientes, la mayoría de las veces inasumible, se expondría a multas que podrían arruinarles la vida.


Esa fiscalidad policial va en contra de la Libertad de los seres humanos y del Sentido Común. Así pueden encontrarse cientos de miles de patentes que se abren, no para desarrollar determinados proyectos, sino previendo que a alguien se le ocurriera la misma idea y quisiera llevarla a la práctica. ¿Que sucede en estos casos?, Pues que al ya existir una Patente, al Emprendedor no le queda otra que pagar por los derechos si quiere poner en práctica su Proyecto personal.


Desde un punto de vista esotérico, todo lo anteriormente expuesto no es otra cosa que un Robo legalizado para alimentar a los parásitos que llegan al Poder Político y a los parásitos que gustan vivir del trabajo ajeno.


Miren, las ideas no son de nadie, están ahí para que cualquiera pueda tomarlas y llevarlas a la práctica. En muchísimas ocasiones, los jóvenes emprendedores se encuentran con el dilema de que parece ya estar todo inventado y si desean llevar algo al Mercado, primero tienen que soltar una buena pasta, tanto a los estamentos estatales como a los propietarios de derechos y patentes. 


Esto es sumamente significativo en el Negocio de los dominios de Internet, en tanto que existen personas y empresas que se dedican a inventarse dominios de toda suerte y condición para registrarlos por un módico precio y, con posterioridad, alquilarlos a terceros que puedan requerir dichos nombres. De verdad que es una auténtica aberración y sin embargo, estas actitudes son completamente legales.


Las Ideas son propiedad de todos y no le pertenecen a nadie en particular. Mientras antes se entienda esto, antes podrá la Humanidad, encontrar su camino hacia un Progreso sostenible y permanente.


El Mundo, su administración, es errónea en tanto que está ideada para favorecer a unos determinados colectivos muy reducidos y no a la totalidad de la colectividad.


En ese sentido podría pensarse que el Socialismo es más racional que el Capitalismo de la Sociedad Privada; pero esto no es así, pues lo único que cambia es el Administrador y que pasa a ser, del propietario privado, al omnímodo Estado. 


Un Estado que, en éste caso, suele estar, en sobremanera, hinchado de funcionarios que en la mayoría de las ocasiones reciben mayor retribución que su trabajo realizado. Esto supone una carga fiscal aún mayor al ser la carga de trabajo menor y mucho más repartida: 


Es decir, aquí no trabaja ni Dios y la solución, siempre, suele ser contratar a nuevo personal laboral que trabajará bien al principio; pero pronto ganduleará al comprobar que sus compañeros funcionarios no dan un palo al agua.


La solución es que el funcionariado tal y como hoy existe se cancele y se sustituya por mero personal laboral. Que el hecho de haber aprobado un examen no suponga un puesto de trabajo vitalicio porque eso acarrea, siempre, la formación de corporaciones de intereses comunes que terminan formando una suerte de Estado Profundo. 


Estado Profundo que, a la larga, es el que gobierna en los países más que los propios líderes políticos, quienes al final tienen que adecuarse a la forma de trabajar de ese Estado Profundo y que no es más que una lacra insostenible para la propia Democracia.


Aralba R+C