domingo, 6 de febrero de 2022

Lección 49, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Licenciatura en mamarrachadas y magufería"


-O como estudiar magufadas y supersticiones debería de tener su Carrera Universitaria-


Los primeros licenciados que se acercaron al Mundo de lo Insólito en busca de un filón económico fueron los periodistas y el surgimiento, de manos sionistas como no podía ser de otro modo, del aún vivo género del Realismo Fantástico. Ya sabéis Von Daniken, Louis Pawells y Jacques Bergier, Peter Colosimo, Juan José Benítez y muchos, muchos más.


Más adelante, viendo que la veta aurífera parecía no acabarse, le tocó el turno a los psicólogos que, no encontrando trabajo, vieron en el Mundo de la New Age su gran oportunidad con la Psicología Transpersonal y la vulgarización del psicoanálisis y de las terapias colectivas. Así surgieron "La Comunidad" (Origen del Partido Humanista) y el Movimiento "Los Navegantes". Luego vinieron el Coaching de procedencia Cienciologica y un género interminable de terapias diversas, todas ellas adscritas al Movimiento de la "Nueva Era o New Age"; pero consideramos que fue en el ámbito universitario de la Filosofía, donde las ideas sectarias tuvieron una mayor implantación y sectas como "La Nueva Acrópolis" que se publicita como una Escuela de Filosofía. Una Escuela que, por cierto, como todas ellas, esconde turbios secretos políticos e ideológicos.


Miren, lo cierto es que la gente sin estudios siempre tuvieron poco predicamento, ante el público, teniendo que circunscribirse a sectores de la magufería muy acotados, como la ufología, las teorías conspiracionistas, el tarot, la astrología y otras artes olvidadas como la espagiria o la alquimia.


De la mano de estas mentes privilegiadas, algunos verdaderos universitarios, otros gente con poca cultura, todos ellos sinvergüenzas charlatanes, proliferaron una multitud de sectas que, amparadas por la Libertad Religiosa y la Constitución de los Estados Unidos, se multiplicaron como las setas, básicamente, en el Estado Norteamericano de California; pero no solo en él. Su objetivo, evidente, ganar dinero. El Medio y la Forma, la estafa institucionalizada y legalizada.


Miren ustedes, el problema es que los actuales estudios universitarios están muy segmentados y especializados y donde, por poner un ejemplo, un Físico o un Matemático sabrán mucho de dichas materias; pero mucho me temo que si no se preocupan por formarse, al margen de su profesión, poco o nada conocerán de otras materias y podrán ser pasto de charlatanes, engañabobos y empresas de multinivel; ya saben, de estructura piramidal.


Esto es tan cierto como que, durante nuestra vida laboral, como Celador de Urgencias, conocí a un Médico Urgenciólogo que decía estar convencido de que la Obra Caballo de Troya de Juan José Benítez, era una Obra periodística y no de Ciencia Ficción. Entonces no daba crédito alguno y hoy tampoco.


Con el tiempo han ido apareciendo, en Internet, blogs de escépticos; pero en donde, la mayoría de sus administradores, tan solo son meros fans de la divulgación científica y cuyos estudios superiores son, básicamente inexistentes. Por lo tanto, tenemos por un lado a charlatanes expertos y letrados vulgarizando mamarrachadas con un móvil económico y por otro a incultos aficionados hablando sobre Ciencia y otras disciplinas universitarias como la Geografía o la Historia para hacer caer del burro a los que creen en la tierra hueca o en la tierra plana.


A mí modo de ver, esto no es broma, echo en falta una Carrera Universitaria que pudiese doctorar a sus alumnos en mamarrachadas y magufadas diversas porque entiendo que solo conociendo esas cuestiones, desde dentro y con todos los datos disponibles, se podrían atacar de forma adecuada y cuyos trabajos resultasen, ante el público, de cierta credibilidad.


Les voy a poner un caso. Hay gentes que hablan de, por ejemplo, la Cienciología, los Mormones o los Testigos de Jehová y no tienen ni puñetera idea de que va eso. Otros hablan en contra de la Tierra Plana, de los Platillos Volantes y de la Teoría Reptiliana o de los sumerios Annunakis y tampoco se han preocupado de profundizar en tales mamarrachadas; quedando, la mayoría de las veces, por tal indocumentación, en ridículo y al pie de los caballos.


Lo mismo les sucede a aquellos que, sin conocimientos previos de parapsicología, intentan desacreditar, generalmente con mucha sorna, guasa, fenómenos como la telequinesis, la telepatía, la piroplastia o los fenómenos poltergeist.


Estos años nos han demostrado que gentes con mucha formación académica pueden ser estafados por charlatanes de medio pelo cuya única licenciatura es tener un piquito de oro y una gran capacidad de convicción. El fenómeno no es nada nuevo, ya en el Siglo XVIII, la Nobleza Europea fue embaucada por timadores profesionales de la categoría de Saint Germain, Cagliostro, Mesmer y otros.


No, para nosotros no es sinónimo de infalibilidad el poseer algún tipo de licenciatura universitaria. De hecho, hemos conocido más ceporros entre la gente bien formada que entre otra que, por cuestiones sociales, no han tenido acceso a tal tipo de enseñanza.


Estimo que debería de existir esa Licenciatura o Doctorado en Mamarrachadas para poder combatir a los charlatanes bien licenciados. Si se estudian mamarrachadas magufas, que sea para combatirlas con conocimiento de causa, porque la experiencia nos enseña que, de no hacerlo, muchas de esas extrañas y falsas ideas terminan filtrándose al cauce de la Historia, como pudieran ser el Caso Templario, el Cátaro o el del Grial. Hoy existen gentes, con carreras universitarias importantes, que defiende a ultranza el origen egipcio de los rosacruces, por poner un caso, o el de la propia Masonería por poner otro. Esas falsedades terminan enquistando y, como la mentira que se propaga de boca a oreja, al final termina tomando cuerpo y credibilidad por los doctos oídos que se rieron antes de aquellas supuestas fantochadas y ahora las aceptan, esas mismas supuestas, como si de férreas verdades se trataran.


Hoy, quienes detectan supuestas falsedades en la Red, a pesar de sus titulaciones universitarias, me merecen la misma credibilidad de un Erich Von Daniken o un Juan José Benítez; es decir, ninguna.


Aralba R+C