miércoles, 8 de junio de 2022

Lección 102, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Desenmascarando al Imperio del Mal"


-De aquellos que dicen ser los buenos; pero en verdad son los más malos-


Como una siniestra borrasca, una oscura y tenebrosa niebla se cierne sobre el Mundo en forma de guerra, hambruna, enfermedad y muerte. La guerra en post de la ampliación del Imperio, el hambre, las pestilencias y la muerte como consecuencia de la Guerra Imperialista, los jinetes del Apocalipsis.


El Imperio del Mal domina todo el Planeta en forma de bases militares y es el poder militar, terrestre aéreo, marítimo y virtual, más poderoso que jamás haya existido. Su global sistema de propaganda los hace aparecer, ante la población mundial, como los buenos y a aquellos que se le oponen como los malos.


Intriga, conspiración, mentira y engaño son sus armas psicológicas de propaganda. Son maestros de la perfidia y de los ataques de falsa bandera con el fin de que parezca, ante todos, que es a ellos a quienes, los otros, les han declarado la Guerra. Ellos, el Imperio del Mal, ondean las banderas de Dios, de la Justicia y de la Democracia. Unos dioses que no son verdaderos, una justicia que es injusta y una democracia que no es otra cosa que una tiranía de estrategia geopolítica interesada y encubierta.


Es un Imperio moralmente expuesto; pero que gracias a la propaganda, mediática pareciera ser el protector del Mundo; pero en verdad, funciona como un Sistema gansteril, tan reconocible, de tú me pagas con tus recursos y yo te protejo de un peligro imaginario. Bueno, en realidad te protejo, con ese pago, de mí mismo, de mi furia y venganza.


Es un Imperio de antiguos piratas y bucaneros que basan su estrategia en la delincuencia organizada e imponiendo el miedo y el terror a las represalias por no obedecer a sus deseos y peticiones.


Para la inmensa mayoría de la Población, vilmente engañada, este Imperio anglosajón-sionista, constituye el autoproclamado Bando de los buenos y aquellos que le oponen, sin duda alguna, son los malos.


Sus medios propagandísticos son el Cine, la radio y la televisión, los medios de información, ya sean impresos o electrónicos y, muy importante, una Historia manipulada y adoctrinadora para que ellos, el Imperio, sean el absoluto protagonista de la supuesta lucha por el bien, la justicia y la libertad. 


El Cinismo, la Hipocresía y el Idioma son los medios de colonización para éste Imperio del Mal. Esto ¿quiere decir que el resto, los demás, son los buenos? No podemos, ni debemos de caer en ese fácil maniqueísmo en tanto que, en éste Mundo, no hay nada ni nadie bueno; pero si existe un gradiente de maldad. El Imperio, en ese aspecto, se lleva la palma; es el más malo de todos los malos.


La maldad, los gnósticos saben que se trata de una consecuencia de la Ignorancia y el Imperio del Mal, a pesar de que se arroga el máximo conocimiento científico posible, es la Entidad más ignorante que existe. La máxima maldad posible es igual a la ignorancia elevada a su enésima potencia. Ellos creen, con sinceridad, que Dios les asiste en sus conquistas guerreras y que sus actos militares, con terribles consecuencias colaterales, son males menores pero necesarios con el fin de alcanzar algún tipo de oscuro precepto divino. 


No, la guerra y la violencia jamás son justificables. El poner la Voluntad Divina como excusa es, quizá, una de sus peores maldades. Pero claro, se trata de ese iracundo y vengativo dios de los sionistas. De tal palo tal astilla.


El Imperio persigue, ignorantemente, un gobierno teocrático, lleno de justicia y equilibrio, en realidad control, supuestamente profetizado en los libros sagrados contenidos en la Biblia. El Imperio, según los propios sionistas, se considera a sí mismo como el León de Judá, el protector no judío, del Pueblo de Israel. Un pueblo que según sus delirantes interpretaciones, deberá, algún día, gobernar a la totalidad del Mundo con justicia y mano de hierro.


Un Imperio que comenzó con el Británico para, a continuación, sucederle el Estadounidense seguido de sus numerosos, temerosos y obedientes vasallos de todo el Mundo. Es un Imperio que, en realidad, nunca da nada de importancia a cambio y que, sin embargo, toma lo que necesita y le apetece de sus aterrorizados o domesticados vasallos.


En realidad, lo único que le interesa, al Imperio, es el mantenimiento de un poder absoluto y omnímodo, así como que, en todo el Mundo, no exista una sola voz discordante o que se oponga a sus tiránicos dictámenes neoliberales.


Es un Imperio que se basa, a nivel mundial, en falsas democracias sustentadas en el más absoluto caciquismo. Unos caciques impuestos mediante elecciones amañadas de mil y una formas diferentes. Desde la influencia psicológica, gracias a sus medios de propaganda, hasta la compra de voluntades, manipulación de conciencias y eliminación, si cabe, de aquellos elementos que pudieran resultar peligrosos para conseguir los objetivos deseados. Nadie llega al gobierno de una Nación si el Imperio no lo quiere.


Ese Imperio del Mal es el que siempre ha gobernado el Mundo, aunque es ahora cuando resulta más visible y evidente; pero debemos de aclarar que lo que tenemos a la vista solo es la punta del iceberg, su parte visible, en tanto que el verdadero Imperio del Mal se esconde en las sombras por su inconsistencia material e invisibilidad. Son esas fuerzas de las que aquí tanto hablamos, aquellos que desean, por necesidad, que el Mundo permanezca en una continua calamidad de bajos deseos incontrolados.


No caigamos en la trampa de apoyar a quienes se enfrentan al Imperio del Mal. Tan solo son el polo opuesto necesario para que la bipolaridad del Mal pueda permanecer y prosperar. Intenta mantenerte al margen; pero siendo consciente de que cualquiera que sustente sus deseos en la violencia jamás estará en posesión de la Verdad. Por lo tanto, ni la tienen los conquistadores invasores, ni tampoco aquellos que alimentan la guerra mediante la propaganda y las armas.


Existe una lucha por el Poder y mantener la hegemonía geoestratégica de los recursos naturales que lo alimentan. No seas correa de transmisión del mal y ora a Cristo para que toda ésta barbarie se acabe de una vez y para suempre.


Aralba R+C