"El derecho natural a ser garrulo e iletrado"
Muy a menudo escuchamos campañas, estatales, realizadas a favor de la lectura. Éstas van dirigidas a unas determinadas personas; en general varones y en un determinado rango de edades.
Nosotros nos preguntamos ¿Que interés tiene el Estado en que individuos que huyen de la lectura sean cooptados para regresar al amplio redil de los lectores?. En realidad, creemos que una vez instruidos en una Educación general básica, cada cual debe de ser libre, sin coacciones, de transformarse en un intelectual o seguir siendo un analfabeto funcional.
Abogamos por la libertad más amplia posible. Quienes deseen seguir siendo unos garrulos sin una mínima educación literaria están en su derecho natural a seguir siéndolo sin que nada ni nadie los señale y margine.
Mucha literatura, hacednos caso, es pura manipulación. Por lo tanto, un individuo muy leído no es sinónimo de persona inteligente y despierta. En estos casos hay que diferenciar a los lectores de asuntos didácticos, ya sea historia, filosofía o técnicos y científicos, de aquellos otros dirigidos al ocio y evasión como los cómics, cuentos, novelas y otra literatura similar.
Conocemos que en "Letras" es más fácil manipular a sus lectores que en "Ciencias", donde aún sin ser imposible, es más difícil la manipulación sin ponerse al margen de la Doctrina Científica; pero entonces, ¿Que interés posee el Estado en que en un País, determinado, se lean más o menos libros?. Aunque la Lectura es imprescindible, entre otros medios, para adquirir cultura, esto no quiere decir que toda la Literatura sea buena cultura.
Nosotros, Dios nos libre, no tenemos nada en contra de la Lectura, sea cual sea; pero sí que abogamos por la libertad de cada cual a leer lo que le venga en gana o a no leer si esa es su actitud y querencia. Cada cual debe de ser dueño de sus actos sin que eso sea excusa para cumplir con sus propias y derivadas responsabilidades.
Nadie va a aprobar una Oposición ni le va a servir en su Currículum profesional, el haber leído, durante su vida, mil novelas o el leer una Obra de Ciencia Ficción o Fantasía, cada semana.
Repito, abogamos por la lectura como mejor forma de adquirir una verdadera Cultura; pero no nos engañemos, mucha de esa Literatura nos llega envenenada; es decir, mediatizada por unas determinadas ideologías a modo de propaganda.
No vamos a poner ejemplos. Dejo eso como trabajo para que nuestros lectores mediten sobre este asunto de importancia crucial.
Todo el mundo conocemos lo importantes que son los medios de comunicación y de ocio para manipular las voluntades de una gran mayoría de las personas; pero los libros, especialmente los de ficción y ensayos en general, también son un medio para intentar cambiar voluntades y conducir a sus lectores hacia una nueva moralidad y forma de ver las cosas; porque no nos engañemos, nadie estamos libres ni somos lo suficientemente fuertes como para no caer en ese seguidismo intelectual.
Hace ya algunos años, durante la lectura de una Obra de Ciencia Ficción, normal y corriente, leímos una escena de sexo explícito. En principio nos pareció extraño; dado que ese tipo de literatura pornográfica nos parecía que era del estilo del Marqués de Sade o dignas de obras como el Decamerón o los Cuentos de Canterbury; pero lo que sucedió fue que en nuestra propia Obra comenzamos a incorpora escenas explícitas de sexo. Vaya por delante que no tengo nada en contra de ello, solo es un ejemplo para ilustrar, convenientemente, nuestra actual reflexión. Con el tiempo, nos dimos cuenta de lo frágiles que somos a las sugestiones externas.
Por lo tanto, no seamos ilusos. No nos olvidemos que la Literatura, no es sólo fuente de "Cultura" sino también de manipulación ideológica interesada. Todo lo que leemos no es cierto como tampoco lo es lo que nos muestran los medios audiovisuales.
Desde aquí reiteramos nuestro apoyo a aquellos que desean permanecer como analfabetos funcionales. Entre estos siempre hemos encontrado grandes sabios y pensadores. Sabios que no sabían realizar la "O con un canuto"; pero cuya explicación que dan de la Vida resulta intachable.
Son muchos, legión diríamos, aquellos que, según los cánones actuales, poseen una inmensa cultura y, sin embargo, son unos auténticos besugos cuadriculados por un fanatismo enciclopédico inaceptable.
Leer muchos libros no es sinónimo de ser un Sabio o un intelectual. Es Sabio y un verdadero Intelectual, aquel o aquella Persona que con un criterio libre decide, por sí mismo sin mediatizaciones de por medio, aquello que desea o no leer.
El Estado no desea gente sabía ni intelectuales con criterio propio. La Literatura, junto al Cine y la Crítica Histórica, son algunos de los medios más utilizados para adoctrinar a los individuos y ponerlos a favor de un determinado modo de ver la Vida y llevarla a cabo.
Aralba R+C