miércoles, 9 de noviembre de 2022

Lección 161, Noveno Grado, Tercera Orden

 "El día de Dione"


-La gran Diosa Universal, la Madre Naturaleza-


La Virgen de Agosto se celebra en todo el Mundo, con títulos muy diversos; es decir, la Virgen posee muchos nombres, dependiendo de la Región de Culto; pero el Culto a la Diosa Madre, Dione, la progenitora de todas las deidades es un Culto Pagano ancestral. El Cristianismo, con su culto a María, no hace otra cosa que sustituir a la Diosa pagana por diferentes imágenes católicas.


Dione representa a todas las diosas, ya sean olímpicas o pre-olímpicas, de la Grecia Clásica o de otras naciones, en tanto que, cada una de ellas, representan a una o varias cualidades de la Naturaleza y en Dione, la titánide madre de Afrodita, se cumplen todas ellas.


Dionisio es la contraparte masculina de Dione; de hecho es la contraparte masculina de la Diosa Deméter y de su Hija Perséfone, recluida con Hades, durante seis meses. Los Misterios eleusinos se dividen entre los de Demeter y los Dionisiacos, ambos relacionados con la Naturaleza y la Fertilidad. Tiempo, no solo de bonanza sino también de abundancia.


El traspaso de la Mitología Griega, verdadera Cuna de la Tradición Occidental que bebe tanto de Egipto como de Sumeria, al Panteón Cristiano, en la forma de las muchas formas de la Virgen María y de los más santos, es debido al interés, por parte de la Iglesia, de mantener unas tradiciones, en pos del entretenimiento, modificadas a su modo e interés particular.


Así, el Pueblo mantenía sus arraigadas fiestas de origen pagano; pero pasada por el cedazo de la Doctrina Católica. ¿Recuerdan aquello de Pan y Circo?, Pues eso, en estas fiestas de origen muy antiguo; pero cristianizadas se celebra tanto el Pan de la Fertilidad de la Tierra como el Circo de las fiestas paganas. En el fondo, se trata de una forma de mantener a las masas apaciguadas y entretenidas con los más diversos festejos; con el fin de olvidarse por uno o varios días de la dureza de la Vida.


¡Ojalá todos los días fueran fiesta!, Piensan algunos; pero, lamentablemente, esas fiestas representan al engorde de las reses antes de pasar por el cuchillo de matarife. La Fiesta dura poco y después viene el lloro y crujir de dientes.


Todo ello porque se ha mantenido lo lúdico y festivo a costa de perder lo iniciático y espiritual de aquellas fiestas paganas originales y donde se recordaba la muerte y el renacimiento de la Crisálida Humana que vive, aún, en el útero de su Madre la Naturaleza, llámese Dione o Virgen de Agosto.


Los seres humanos, viviendo naturalmente de la Tierra somos como los fetos que se alimentan mediante el cordón umbilical de sus madres. Se debe de morir a esa vida umbilical para nacer a la vida del oxígeno, con la primera respiración; pero esta otra vida, también efímera, debe de acabar en la muerte con el fin de nacer al Espíritu. Como se ve es un complejo proceso de metamorfosis similar al de oruga, pupa, crisálida y mariposa.


Los seres humanos debemos de pasar por todos esos procesos de nacimiento, muerte y renacimiento con el fin de retomar nuestra magnificente Forma Espiritual y hasta que el proceso final no acabe, necesitamos el cuidado y mantenimiento de nuestra madre biológica primordial, la Naturaleza.


Pero el fin no consiste en sumergirnos en orgías y bacanales festivas, de carácter mundano y poco edificantes, sino de recordar su profundo significado para no perder el norte; es decir, el objetivo final; cuando, por el contrario, nos regodeamos en los cenagales de la inmundicia de lo retrógado y mundano.


Recuerden que la Virgen de Agosto, el Culto a María o Diones y sus diferentes festividades, es un tiempo de refexión para no olvidar cual es nuestro cometido en la Vida. Que la Vida es una Escuela efímera y temporal que debemos de abandonar algún día; y mirando a ese día, a ese objetivo, es como debemos de tomar las festividades iniciáticas de las deidades paganas y que se han transmitido, hasta nuestro presente, mediante fiestas marianas y santorales. 


Aralba R+C