Páginas

jueves, 28 de octubre de 2021

Lección 2, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Descarado Cambio de Paradigma"


-Cada Generación trae consigo nuevas costumbres-


Lo que pocos conocen es que los cambios fueron planificados.


Con sesenta y cinco tacos y habiendo contemplado, en España, algunos cambios de paradigma radicales, creo que estamos en condiciones de decir que no es el signo de los tiempos, sino de aquellos que dirigen a la humanidad por donde tienen planeado.


Hubo una época donde el espectáculo nacional eran las corridas de toros, hasta que, de forma paulatina, fueron siendo desplazados por el balón pié, fútbol. Antes se construía, en cada pueblo español, una plaza de toros. Hoy, hasta dos y tres campos de fútbol por barrio, como si fuese tan fácil dedicarse, de forma profesional, a dicho deporte.


Casi la mitad de nuestra vida, en el pasado, vivimos en una dictadura y donde nuestra madre, incluso dentro de casa, nos decía que no habláramos porque las paredes escuchaban. Así estábamos. Un día, tendría yo veinte años, cuando la dictadura nacional-católica, hacía aguas por todos lados y el Caudillo yacía en cama por una tromboflebitis, se me ocurrió, dentro del metro, tomar un pasquín político de la Falange y dije algo a quien me acompañaba. No recuerdo bien las palabras, lo que sí sé es que alguien me puso la mano en el hombro y me instó a que lo acompañará a la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol. Se trataba de un miembro de la policía política. Por poco me cago en los pantalones.


Al poco, se realizó la conocida como Transición Política y los cines se llenaron de películas con tías en pelotas y los kioscos con revistas y videos porno. Yo no entendía nada, pues habíamos pasado de un extremo represivo a un extremo de, así entendía yo, libertinaje.


Fue una moda pasajera. Pronto, las actrices que para trabajar en la Industria del Cine tuvieron que encuerarse y realizar estupideces,  les costaba volver a trabajar pues fueron encasilladas y señaladas, poco menos que, como guarras. 


La Pornografía, poco a poco, fue desapareciendo de la mayoría de Kioscos de prensa para ser relegados a las tiendas especializadas de artículos eróticos. Los denominados Sex-Shop.


Pasado ese corto periplo de extraño liberalismo sexual, nuestra Sociedad entró en un más extraño, aún, proceso de puritanismo y donde la autocensura se fue imponiendo a pasos agigantados. Ya, era complicado hablar de cualquier cosa que no fuese políticamente correcto. Había que se feminista, sí o sí, porque de lo contrario eras señalado de machista. Había que estar a favor del aborto. Oye, porque era lo normal, lo contrario significaría que eras un retrógrado y un fascista. En fin que tanto los abogados, con los divorcios, como algunos médicos, con los abortos, comenzaron a hacer su agosto.


Mientras tanto, la corrupción política, con descaro, se iba haciendo más manifiesta, hasta el punto que, podría decirse, a día de hoy, salieron ya todos del armario alardeando de su heroicidad delictiva.


Era muy joven y yo entendía que todo aquello era por el signo de los tiempos. Todo cambia, incluso las modas y comportamientos sociales porque así lo requería la gente; pero hoy, con algunos años más, creo que ésto no es así.


Ahora, en un tiempo récord, de una o dos décadas, se nos está adoctrinado mediante todos los medios posibles, cine, radio, televisión, prensa, redes sociales, colegios, escuelas, institutos y universidades a que vayamos adoptando una nueva forma de vivir, un nuevo paradigma; en definitiva, un Nuevo Orden Mundial.


Nos van imponiendo el ultra feminismo, ya no anti machista, sino anti patriarcal, una ideología de género que se nos impone con un nuevo lenguaje inclusivo y hasta un desprecio por nuestros mayores, solicitando, poco menos, que se los extinga por un supuesto Bien Social mayor. La Eutanasia ya no está mal vista y pronto la veremos voluntaria y gratuita en un Sistema Sanitario Estatal, cada vez más desvocacionado y deshumanizado.


Dentro de ese contexto de cambio de paradigma nos han metido esta puñetera Plandemia y sus absurdas inoculaciones, con las que desean exterminar a una importante parte de la Población. 


Estamos en un proceso de Transhumanismo dependiente de la Tecnología Digital y a manos de desalmados mega multimillonarios que son los que, a través de sus familias, de rancio abolengo, vienen dirigiendo, desde antaño, los designios de la Humanidad.


Siempre fuimos propiedad de esos hijos de su madre; pero ahora, somos nosotros mismos, quienes lo estamos refrendando con nuestra sumisión, aceptación y, lo peor de todo, petición voluntaria. Estamos pidiendo a gritos que se nos reconvierta a la esclavitud y que se nos controle como al ganado. Todo ello porque se nos han extirpado las creencias en una vida después de la muerte, en algo trascendente.


La gente se mueve, por el mundo, asustada y muertos de miedo, a modo de zombies. El Ateísmo ha arraigado en el conjunto de la Sociedad y el Egoísmo, a ultranza lo viene acompañando. Sálvese quien pueda y así ves a los ancianitos con cara de pánico, personas mayores y jóvenes embozados con miradas de ansiedad y asesinas contra aquellos que, de forma insolidaria, dicen, no se cubren, inoculan e incluso no terminan de creer todo de lo que está pasando.


No es una Conspiranoia. Se trata de una Conspiración anglófona y de carácter sionista que pretende retomar un control total y absoluto; es decir dictatorial y despótico sobre toda la Población Mundial y, donde puedan decir quién es útil y quien no, quien puede vivir y quien no.


Es una Guerra, que todos aquellos que no creemos en esta farsa, tenemos perdida de antemano, pues han dedicado mucho esfuerzo, tiempo y dinero a desacreditarnos, a darle la vuelta a la tortilla y hacernos creer que la mentira es verdad y que la verdad es mentira. 


En verdad somos muy pocos los que somos capaces de ver, con ojos despiertos, lo que en realidad está sucediendo y nos encontramos impotentes sin saber, en realidad, qué hacer. Quizá, llevarlo lo mejor posible, intentando que nos afecte lo menos posible, a título individual, y ver pasar la vida como un espectáculo cinematográfico.


Hoy son los transplantes de órganos, necesarios, para ampliar nuestra vida unos meses o unos pocos años más. Pronto serán suplementos e implantes biónicos y electromecánicos; pero a los que solo unos pocos podrán tener acceso y cuando, el resto, dejemos de ser de utilidad y nos convirtamos en una carga innecesaria para la Sociedad, nos invitarán amablemente a suicidarnos. Eso sí, de forma oficial y con el beneplácito del Estado que sirve a los demonios que gobiernan, el Mundo tras las sombras.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C