Ya van tres, querido, y no sé qué
hacer contigo, besarte, abrazarte o mandarte a tomas por saco.
Un día por poco digo algo,
supuestamente inapropiado, que iban a escuchar personas que no debían. Tú me
llamaste la atención creo que de forma correcta y pensé, bueno, que había sido
un error mío y que efectivamente iba a decir algo indebido.
Otro día me dices, por estos medios así como quien deja caer la cosa, que un Iniciado
no debe decir según y qué cosas. Aún, no estando de acuerdo con tu criterio te
di las gracias por el tirón de orejas y qué pensaría las cosas dos veces, mira
por no tenerla más que nada, antes de sacarlas a la luz. Me extrañó tanto que
pusieras tanto empeño en mi educación que entendí que se trataba de buena
voluntad de tu parte hacia mí. Amor fraterno, vamos.
Hace nada de nada me paras y me
dices más o menos que estás molesto y que no entiendes que vaya poniendo en el
muro cosas como que a ver si aprendemos a poner otra cosa que frases enlatadas.
Se te veía muy molesto e incluso, de forma impertinente, me llegaste a decir que tú no decías que te molestaban las foticos de perritos y gatos,
todo esto sin yo decir ni mu. Te
recuerdo Querido mío que las pongo en mi Muro y si no te gusta me borras y
santas pascuas. Que no, pues seguiré teniendo material para mis reflexiones,
fíjate que bien.
Bien Querido
Amigo no tienes razón y te voy a decir porqué, porque esas cosas que digo
completamente convencido de lo que digo, las pongo en mi muro y si tú las lees
es porque te dá la gana y si es porque me sigues por mi presuntamente avezada literatura te
doy las gracias más ufanas; pero me da que sea por otro motivo más ladino,
quizá me vigilas. ¡Qué presunción la mía!
En segundo lugar, fíjate si mi
rigor educativo es bajo que puse aquello, como otras cosas e incluso suelo
poner palabras escatológicas, casi obcenas, como especie de revulsivo a esa costumbre, muy
común y que me repatea de poner frases sacadas de contexto, en lugar de aportar
reflexiones propias; pero aun así entiendo que te sientas molesto y por ello te
dije que la próxima vez lo pensaría, dos veces. Evidentemente con la intención
de no hacerte ni puñetero caso.
Recuerda que es mi Muro y por muy
Iniciado que yo fuere, que no lo sé ni me importa, en mi Muro pongo lo que me venga en gana;
pero fundamentalmente por un motivo, para ser yo mismo no ocultarme detrás de
una falsa careta o mostrar un rostro de falsa bondad. Antonio tiene sus
virtudes pero es un humano no un autómata cualquiera que ha aprendido bien su
programa de mascarada.
No sé si es que piensas que te
encuentras por encima de mí, de algunos o de todos. No me importa de veras, en
mi casa tengo una gata, por cierto parte de mi familia, y es la que manda o sea
que fíjate como me cayó tu impertinencia y lo que me importan los escalafones.
Respeto siempre el escalafón siempre y cuando va acompañado de sabiduría y
educación; pero educación verdadera, no fingida. ¿No sé si me entiendes querido
amigo? Sabía que te darías por aludido.
Mira, dijo Ortega y Gasset que el
Hombre es él y las circunstancias que lo rodean. Lo que yo sea se lo debo a la
providencia; pero te aseguro que mis circunstancias son impuestas y
últimamente, te lo aseguro, no estoy como para tirar cohetes. Se me muere la
madre, me dejan en el paro, la Comunidad me deja sin prestación y tú me vienes,
por tercera vez, a llamar la atención. Dime ¿Tengo que aguantar que cosas dichas
sin malicia te las tomes de forma personal por tu escaso sentido del humor y me
tenga que tragar tus bobadas?
No, mira querido Amigo porque
cuando tú vas yo ya he regresado. Si me hubiese dedicado a la intriga política
o empresarial o sindical probablemente sería un Hombre bien casado con hijos
bien colocados que han ido a la Universidad y con suficiente dinero y tiempo
como para dedicarme a hacer lo que mejor me viniera en gana por el bien de la
humanidad o para destacar y crearme un nombre entre las gentes de mi alrededor.
No, yo me he dedicado toda la vida a luchar personalmente contra este Sistema Injusto
que impidió tanto a mí como a mi familia que pudiéramos sacar la cabeza del
agua. A estudiar de forma autodidacta y a tocarle las pelotas a personas como
tú.
He estado por tiempo en partidos
políticos y sindicatos donde vi cómo se enarbolaban los estandartes de la
intriga y la escalada. Marché de ellos por dignidad y a pesar de haber estado
pagando durante años la militancia en un sindicato, por tí bien conocido,
resulta que poco menos que no querían saber de mí. Aquí me tienes, sin madre
sin trabajo y sin paro, haciéndome compañía una gatita a la que tú
despectivamente te has referido como animalitos que te molestan.
Como ves, nunca me he movido por
el dinero o el afán de poder, sino por el de conocimiento; de hecho siempre he
repudiado esas actitudes porque sí, también se nos decía que teníamos que
infiltrarnos en todos los lugares donde hubiese movimiento social: Asociaciones
de vecinos, sindicatos, confesiones religiosas e incluso Clubes sociales y
otras organizaciones filantrópicas. Dicen que un Siervo no puede servir a dos
amos. ¿A quiénes, estamos sirviendo Amigo mío? Ya, ya veo que el fin último es
a nosotros y a nuestra progenie.
Pues mira que te voy a decir que
yo poco tengo que perder, dado que lo único que me queda es la Dignidad y esa,
perdona querido, no te la voy a regalar ni a ti ni a tu afán de presumir.
Respecto a nuestro grado de
iniciación lo dejo a tu elección dado que yo me conformo con saber que he
venido aquí a aprender a morir. No a construir grandes catedrales ni
movimientos sociales que en dos generaciones sean desmantelados. He venido a
este mundo a Morir y en esa estamos, aprendiendo a ser lo más humildes
posible; pero humilde puede ser el que algo tiene y yo, dado que poco poseo,
ondeo eso poco, el pendón de mi elevada dignidad.
Esto va a quedar entre nosotros,
por mi parte digo; evidentemente vos estaréis en vuestro derecho de hacer lo
que bien tengáis por costumbre hacer y tildarme de lo que tengáis a bien
proceder. No tengo miedo, de veras, y nada que perder.
No es por vos sino
para los que vengan detrás, que sepan que con hueso duro han topado para roer, porque
ya está bien oye, en esta vida desaparece uno como tú y surgen dos más y así
hasta el infinito. Que cansinos, dejadme en paz.
Ocúpate de tus asuntos y de los
de tu casa y no te metas en casa ajena para decorarla a tu conveniencia que ya
tiene uno en los cojones canas.
Como vuelvas a reprobarme vamos a
tener, al menos, unas palabritas, querido amigo.
Aralba