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viernes, 12 de agosto de 2022

Lección 125, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Canalizador o Iluminado"


-La diferencia se encuentra en el nivel de autoestima"


Comencemos indicando que un Iluminado es un clarividente y un canalizador un médium. Como ejemplo diremos que "Rudolph Steiner" era un clarividente y "Jeisy Zebra Knight", la canalizadora de Ramtha, una medium.


Se supone que los clarividentes son conscientes, plenamente, del mensaje que transmiten, en tanto que describen lo que ellos contemplan de los planos invisibles y los médiums, supuestamente, del mensaje transmitido por el Ser canalizado; es decir, cumplen una mera función de intermediarios.


Y ¿que me dirían ustedes si les cuento que los médiums no existen, que son una estafa?, en ese caso, ustedes me podrían contestar que también lo serían los iluminados o clarividentes. Pues verán, esto no es del todo cierto, porque en ambos casos juega un papel importante la imaginación.


Los novelistas y cuentistas son creadores de historias. La única diferencia, respecto de los iluminados y médiums, es que el escritor cuenta, sin más, aquello que le viene a la cabeza y el clarividente, además, nos cuenta que esa historia es producto de su visión particular de los planos internos, incluida la memoria de la naturaleza, donde se encuentran los registros akáshicos de la tierra.


Digamos, ahora, que los médiums o canalizadores no son otra cosa que clarividentes con complejo de inferioridad. Tanto el novelista, como el iluminado como el medium consiguen la información de las mismas fuentes y la única diferencia se encuentra en el contexto de su exposición. El novelista nos dice que su obra es fruto exclusivo de su imaginación, el clarividente o iluminado de sus visiones, en estado místico, de los planos internos y el médium fruto de que alguien, generalmente desencarnado, le cuenta de algún modo algo; pero ¿Por qué sucede esto último? Por una suerte de falta de autoestima de parte del médium o canalizador que, por una cuestión de falso pudor, prefiere decirnos que esas historias son fruto de un tercero y no surgidas de su propia imaginación o visión interna, que es lo que en realidad sucede tanto con el creador de historias como con el clarividente.


El Maestro Platón nos dijo que el estudio no está para aprender algo nuevo sino para recordar aquello que se olvidó. Todas las historias sucedidas, por suceder o posibles se encuentran registradas, previamente y desde siempre, en el Mundo de las Ideas, de Dios o del Pleroma. Lo único que hay que hacer, aunque no es tan simple, es alzar la mano, tomarlas de allí y traerlas al Mundo de los efectos.


Una Historia traída del Mundo de las Ideas, en la memoria de la Naturaleza y sus registros Akashicos, puede mostrarse, arrogantemente, como una historia plenamente inventada por la imaginación de su Creador, como un mero relato de algo que sucede en otros planos de existencia, generalmente invisibles, o, en el caso de los canalizadores, como algo que es contado por una tercera Entidad y en lo que el Medium tan solo cumple la función de necesario intermediario.


Creemos que, hasta aquí, todo puede ser entendido; pero entonces, nos surge otra pregunta, más bien dos ¿Por qué los médiums o canalizadores actúan de dicho modo y que es lo que nos están contando? La primera pregunta ya se ha contestado, por un mal entendido complejo de inferioridad del relator. En general, aunque no siempre, los grandes médiums o canalizadores se encuentran entre mujeres de los siglos XIX y XX y de gentes sin estudios y muchas veces analfabetos.


Los historiadores de la Filosofía conocen que el pensamiento filosófico poco o nada tiene que ver con el conocimiento adquirido en las escuelas. Con esto llegamos a ésta conclusión: Los canalizadores, con el fin de resultar creíbles ante sus espectadores, cometen la pequeña estafa de indicar que las historias que cuentan no son de propio cuño sino de alguien, generalmente siempre hombre desencarnado, que es el origen de las historias. 


La segunda parte de la pregunta se puede trasladar tanto a los escritores como a los iluminados o clarividentes. Dado que el origen de estas historias proceden del Mundo de las Ideas, del Pleroma, quiere decir que pueden proceder del pasado, del futuro o, esto es muy importante, de otros mundos que poco o nada tengan que ver con el nuestro. Esto quiere decir, que quienes escuchamos, dichas historias, dependemos del punto de vista, generalmente subjetivo, del relator; es decir el contexto sí que puede ser una invención y tergiversar, completamente, el mensaje que conlleve la Historia. 


Por lo tanto, ¿Que mensaje podemos sacar en claro de todo esto?: Que no podemos tomar estos relatos canalizados al pie de la letra de como lo cuentan sus narradores, porque ese contexto puede estar distorsionado. Lo mejor, en estos asuntos, es escuchar o leer y sacar conclusiones a medio plazo tras meditar en los metadatos que contienen tanto alegorías como metáforas; es decir, estamos obligados a no quedarnos con el relato, tal cual, sino que debemos de escudriñar en su natural simbolismo.


Aralba R+C