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sábado, 4 de junio de 2022

Lección 100, Noveno Grado, Tercera Orden

 "Maestros de la Demagogia"


-El culmen de la hipocresía-


Primero déjenme que les cuente una pequeña anécdota de cuando era joven y militaba en un Partido Político. De cuando escuché, por primera vez, la Palabra "Demagogia". Estaba defendiendo una Postura Política basada en la ideología del Partido y se me dijo que eso era demagogia. Yo me quedé a cuadros ¿Como podía ser demagogia algo que cuadraba con la constitución ideológica del Partido? Pues así era, en tanto que la ideología para los partidos políticos no deja de ser otra cosa que el escaparate propagandístico que atraiga, como un imán, a sus seguidores y votantes; pero los propios dirigentes de los partidos, que trabajan para otros intereses que nada tienen que ver con los de sus votantes, no creen que los postulados ideológicos del Partido pudieran llevarse a cabo y cuando se utiliza la ideología para defender determinadas posturas, se te acusa de Demagogo.


Pues, veréis, eso que yo hacía durante mi militancia política no era demagogia sino algo de sentido común. La Demagogia es justo lo contrario, defender una Postura Política mediante la ideología filosófica que constituye al Partido y hacer justo lo contrario diciendo que no ha sido posible porque las condiciones necesarias no se daban. Eso en mi Pueblo se llama "Hipocresía" y mentir.


Veamos, las dictaduras, todas, suelen surgir o de un Sistema, supuestamente, democrático o por algún tipo de golpe de Estado que siempre está financiado por algún Poder más o menos oculto. Luego, esos regímenes totalitarios se escudan en una suerte de extraña democracia surgida de una suerte de Centralismo Democrático. En el Centralismo Democrático, las bases eligen a sus representantes en una serie de congresos territoriales; pero una vez elegido el Comité Central, Órgano de Gobierno, y su respectivo Secretario General, éstos gobernarán con mano férrea sin que nadie pueda hacer nada, en caso de que se produzca un gobierno tiránico y despótico, salvo que se produzca, de nuevo, un golpe de Estado debidamente organizado o el, o los mandatarios sean depuestos, mediante un Golpe de Mano, tras una serie de intrigas y conspiración internas del Partido.


Así tenemos, en algunos lugares, dictadores que más parecieran reyes absolutistas que presidentes democráticos, con la capacidad de hacer y deshacer a su antojo; y, en otros sitios, sistemas supuestamente democráticos. 


¡No hay color!, ¿Verdad? Pues resulta que esos gobiernos tan "democráticos", no lo son tanto, en cuanto que sirven a unos poderes fácticos ocultos y que, hoy, se denominan como "Estado Profundo". En los países absolutistas y dictatoriales, ese "Estado Profundo" no lo es tanto, dado que resulta visible, a todo el mundo, su gobierno tiránico; sin embargo, en los países denominados como democráticos, ese Poder en la sombra capaz de poner y quitar presidentes o de asesinas a los mandatarios díscolos que no se someten al Sistema, no es evidente; y así la Población permanece engañada pensando que viven mucho mejor que sus paisanos que habitan en países no democráticos. 


Espero que se haya entendido hasta aquí. Llegados a éste punto, quería probar que tan demagógica es la ideología de los partidos políticos como lo son los sistemas de gobierno, ya sean "democráticos" o dictatoriales, ya que ambos sistemas sirven a un Poder superior conocido como Cabal.


Centrémonos, no obstante, en los sistemas falsamente democráticos y donde se ofrece a la ciudadanía, la supuesta alternancia del Poder, dividida entre unas supuestas izquierdas y unas supuestas derechas. Aparentemente, sus formas de pensar, sus ideologías, son contrapuestas y muy diferentes, "sirviendo" las izquierdas al Pueblo en general y a las clases humildes en particular, mientras que las derechas, "pretenden servir" a las clases altas y opulentas; pero si sois un tanto avispados, os percataréis que, salvo en la diferente verborrea, sus acciones son prácticamente idénticas. Cuando se les afea el no haber cumplido con su Programa Ideológico siempre escuchamos la misma respuesta "Hemos realizado cosas importantes; pero, lamentablemente, debido a la fuerte oposición no hemos podido completar nuestro programa, necesitamos mayorías absolutas"; pero resulta que, cuando esas mayorías sustanciales se concretan, tampoco cambia nada. Si uno sube impuestos el otro no los baja. Si se modifica, a mal, una Ley Educativa, a la siguiente torna se cambia por otra incluso peor; pero, en lo sustancial, en lo económico, fiscal y financiero no pasa nada. Todo sigue igual porque así es el deseo del Cabal o Estado Profundo. Eso sí, a los ciudadanos, tras la frustración de no ver cambios positivos sustanciales, les queda el consuelo de que están gobernando los suyos, porque eso sí, nosotros tenemos una democracia, aunque imperfecta, y los otros pobres les gobierna una Dictadura tirana y despótica. No sé si veis hasta donde deseo llegar.


El problema se magnífica hasta límites increíbles cuando esa demagogia pasa del Sistema Político al ámbito periodístico y que, desde hace muchas décadas, más que medios de información imparcial, son elementos de propaganda y adoctrinamiento.


Así los medios izquierdosos venden el timo de que son necesarios los impuestos con el fin de repartir la riqueza entre la Población; cuando todos sabemos, que las personas más afectadas por la carga impositiva son los propios obreros a quienes dicen servir, dado que los que más tienen poseen diversos medios para poder evitar que el Estado les meta las manos en sus opulentos bolsillos. Por otro lado, del lado de los medios derechosos, se nos cuenta el cuento del emprendimiento individual y del esfuerzo personal, cuando todo el mundo debería de saber que 'Quien no tiene Padrino no se bautiza"; es decir, no sirve solo con el esfuerzo y la valía personal, hay que tener la necesaria rampa de lanzamiento para triunfar. Una rampa que suele estar orquestada por la propia Familia y sus relaciones corporativas.


Al Hijo del Obrero, en la Universidad Pública, le cuesta mucho más trabajo elegir la Carrera de su gusto, primero, y de sacarla adelante y aprobarla después. Ya no te digo encontrar un puesto de trabajo relacionado con lo estudiado. Trabajo casi imposible. Sin embargo el Hijo de una Familia adinerada, con las mismas aptitudes, podrá elegir la Carrera de su gusto en una Universidad Privada, pagada por sus padres, y sacarla, con las mejores notas, no le resultará tan complicado como en la Universidad Pública; pero lo más importante, tendrá su Trabajo asegurado una vez finalizada su Carrera, gracias a sus relaciones familiares.


Así vemos que las izquierdas, ideológicamente, parecen servir al Pueblo; pero a la hora de la verdad, éste siempre es traicionado pues sirven a un Estado Profundo, cuyos objetivos difieren sustancialmente de los de las clases humildes. Las derechas, en general, no esconde a quienes sirven; pero intentan vender el mensaje de que ellos buscan el bien de todos, pobres y ricos, grandes y chicos, empresarios y trabajadores; pero en el fondo, nada de eso es verdad, en tanto que sirven al mismo Estado Profundo al que sirven las izquierdas; pero eso sí, tenemos la suerte de vivir en un Estado perfectamente Democrático, no como otros que no tienen la fortuna de elegir a sus gobiernos títere.


Sería mala persona de mi parte si no les diese mi opinión acerca de la única solución. Una solución que siempre conocieron los anarquistas. Dejar de alimentar al Monstruo, dejar de lubricar su maquinaria. ¡No votar a ningún Partido Político! Las falsas democracias comienzan engordando el Empleo Público mientras, paradójicamente, eliminan sus empresas públicas. Con ello, el Estado Profundo se fortalece y aumenta la corrupción. Esto es así, porque los partidos que se turnan en el ejercicio del Poder, casi nunca deshacen lo realizado por su predecesor y ese globo hambriento crece y crece, de forma descontrolada, alimentado por el Herario Público; es decir, por los impuestos recaudados a los ciudadanos, hasta que eso ya no sirve y entonces revienta. 


Cuando esto sucede, llegan los dictadores o salvadores de la Patria y así se tiene el necesario relevo para, cambiando los sistemas de Gobierno, mantener intacto el Estado Profundo que se esconde tras los más altos mandatarios del funcionariado. Ellos son los que, en verdad mandan, que no te engañen. Mientras tanto, intentarán seguir engañandote con su perfecta Demagogia.


Aralba R+C