"Gnósis"
-La Base fundamental del Colegio Invisible de la Rosacruz-
La Gnósis no es un conocimiento más, es el Conocimiento del que se nutre el Pensamiento Humano, tanto en la forma de la liberadora Filosofía como de la castrante Religión.
Para definir lo que es la Gnósis debemos de conocer su origen y, para ello, debemos de retrotraernos a la noche de los tiempos, con la aparición de la Consciencia Humana en épocas prehistóricas y lugar de existencia de indeterminadas civilizaciones perdidas. La Gnósis nace con la Consciencia y, por lo tanto, es intrínseca a la naturaleza del Ser Humano.
La Gnósis es el fruto de la Intuición divina con la que todos los seres humanos venimos a éste Mundo.
Históricamente, podemos decir que la Gnósis se remonta a civilizaciones tan antiguas como la India, Sumeria y Tartesos. Mientras que en el Oriente Lejano sigue su propio camino hasta confluir en el Budismo de Siddharta, en Occidente se transmite mediante civilizaciones como la de la mágica Caldea, Asiria y Babilonia, Egipto y Persia.
Esa Tradición penetra en el Continente Europeo por la Antigua Grecia y es difundida en el mundo conocido gracias al Imperio Romano, hasta tomar forma en la Figura de Jesús y su mensaje de Cristo, el Dios de Amor.
Es la propia Roma la que secuestra una parte de la Gnósis del Christos para transformarla en la Religión que hoy conocemos como Cristianismo y que trajo a Europa un prolongado periodo de oscurantismo durante la época medieval, de mano de la despótica Iglesia Romana que ocultó y destruyó gran parte de la Información gnóstica de la que ella se había nutrido y formado.
Mientras tanto, la Gnósis Occidental se mantuvo viva en Oriente Medio y adquirió relevancia de la mano de los eruditos musulmanes. En Europa hubo algunos conatos de resurgimiento gnóstico, en la época de las Cruzadas, de la mano de grupos tan secretos como obscuros que los Fidely D' Amore, al que perteneciera Dante Alighieri.
Pero no es hasta la época del Renacimiento que la Gnósis retornaría a Europa en la forma de un Arte herético que sería propiciado por la propia Iglesia Romana. Esa Semilla herética arraigaría en movimientos cristianos, como los valdenses, que dirigían su mirada hacia el pasado, justo en el origen del Cristianismo Gnóstico que habría prosperado en el Egipto Ptolomeico de Alejandría.
Es durante la Reforma Protestante, en Alemania, que nace el Movimiento Gnóstico Rosacruz con la intención de reconstruir el verdadero Cristianismo partiendo desde cero; es decir, retrotrayéndose a sus orígenes helénicos y herméticos como una suerte de herencia renacentista. Pero las intenciones rosacruces fueron frenadas, en el Continente, por las guerras de Religión entre Católicos y Protestantes.
No obstante, la Gnósis Rosacruz se bifurca en dos caminos y donde, aparentemente, abandona su denominación. Por un lado pasa al Mundo Académico, de la mano de la Pedagogía de Comenius y, por otro lado, cruza el charco hacia las islas de Albión para inspirar a los creadores de la Masonería, ya en el Siglo XVIII.
Sería con el advenimiento de la arqueología egipcia primero y los descubrimientos de los papiros esenios del Mar Muerto primero y de los de Nag Hamadi después, que la Gnósis ancestral recuperaría parte de su bagaje literario y que se perdiera con la definitiva destrucción de la Biblioteca de Alejandría.
Gracias a todo ese material arqueológico recuperado es que la Gnósis, durante estos dos últimos siglos, ha vuelto a tomar fuerza y vigor de la mano de una resucitada Rosacruz; pero…
Pero, lamentablemente, hoy en día no todo lo que lleva la denominación de Rosacruz o Gnósis, son verdadera Rosacruz y Gnósis. Por lo tanto, el sincero buscador de la Verdad debe de saber discriminar, basándose en los trabajos más antiguos posibles, con el fin de discernir lo que es verdadera Rosacruz gnóstica y lo que son espureas e interesadas suplantaciones a base de anárquicos sincretismos.
La Gnósis prospera con la Filosofía y se Marchita en el claustro de las religiones.
La Filosofía, para la Gnósis, es como un inmenso campo sin fronteras y que se perdiera en la lejanía del horizonte. La Religión para la Gnósis, sin embargo, resulta una suerte de Prisión dentro de cuyos muros, la Teología, se encuentra secuestrada, encapsulada y secuenciada una pequeña parte y la otra, la más importante, la que no cabe dentro de sus muros, condenada al ostracismo más absoluto y a la hoguera.
La Gnósis es la Fuente Divina de donde procede el Conocimiento Humano y la Rosacruz, una de sus humildes transmisoras.
Aralba Pensator Minister, Frater R+C