Aralba
Páginas
▼
domingo, 11 de agosto de 2013
domingo, 23 de junio de 2013
La Dama Escarlata de Cagliostro
Hace ya demasiado tiempo que Aralba
no escribe.
Es curioso comprobar como cuando se lee demasiado, siempre es poco, la capacidad creativa merma hasta límites patológicos y hoy tenía que romper esa barrera de lamentable inactividad escritural.
Es curioso comprobar como cuando se lee demasiado, siempre es poco, la capacidad creativa merma hasta límites patológicos y hoy tenía que romper esa barrera de lamentable inactividad escritural.
Hasta hace nada venía escribiendo
acerca de las almas gemelas, intentando construir la metanoia necesaria para
atraer a mi Señora del Alma y eso, pudiera
parecer un tanto ñoño que atrajera a hembras timoratas o un tanto desconectadas
de la realidad material. No, no estamos tratando de algo fantástico y
romanticón, sino de algo verdadero y palpable. Algo tan mágico e importante que
podría suponer el despertar de la humanidad o la persistencia del sueño en el
que todos sus miembros nos encontramos inmersos.
La Dama Escarlata es el Alma
Gemela del Mago que ha despertado a su Eón y como no puede ser de otro modo,
siempre se encontrará a la altura suficiente de la magia tántrica; pero ¿Algún
mago hasta el presente ha encontrado a su Dama escarlata y ha despertado a su Eón?
No, taxativamente no, ni siquiera el Maestro Therión encontró a su verdadera
alma gemela, Dama escarlata; porque de haber sido así el Universo que conocemos
ya habría pasado y la angélica humanidad ya habría retornado al Pleroma de donde
procede.
Al igual que el Maestro Therión,
Aralba ha creído, en varias ocasiones, haber encontrado a su Dama escarlata;
pero en tantas ocasiones terminó reconociendo que había estado equivocado. Las
almas gemelas siempre se reconocen mutuamente entre sí y si, desde luego, la otra parte se
escandaliza, extraña o huye del Tema, es evidente que no es la mitad del Alma
del Mago. La Bruja escarlata sigue escondida entre la oscuridad de los arcontes
que pueblan nuestro oscuro universo.
El Mago y su Bruja, Dama
escarlata, trascienden el bien y el mal, la vida y la muerte. Para ellos nada
está vetado y cada una de las partículas de su ser, material y espiritual, son
sagrados para el Otro. Entre dichas almas trascendentes no puede existir el
Respeto. No solo no es necesario sino que sería una traba imperdonable para
unir sus almas, como una sola cosa, en su único y sagrado Eón. En mitad de la
noche la dama acaricia el pene del Mago hasta convertirlo en una poderosa y
dura columna de construcción espiritual que engulle, en su interior, con el
Poder de un Dios...
El Mago, arropado por la nocturnidad, fuerza la gruta
vaginal de su Dama Escarlata mientras ésta aún permanece dormida. Ambos se
necesitan el uno al otro porque son solo una unidad y tal que uno no pide
permiso para funcionar a uno de sus órganos, así cualquiera de los dos miembros
del Eón pone en marcha a su compañero sin pedirle permiso alguno. De ser
necesaria, dicha petición, sería la demostración fehaciente que ni el Mago es
de la Bruja ni ésta de aquel.
Ambos viven un mismo sueño en el
Mundo holográfico de la Vida y viven para complacerse mutuamente y traer al
mundo el Mundo Original que un día se perdiera al haber entrado en profunda
somnolencia; donde la consciencia se ha evanescido en la oscuridad del vacío.
Lo único de lo que son conscientes es que tanto el Pene Creador como la Vagina
generatriz son una sola cosa que se realimentan mutuamente con el fin de
producir la actividad, la vida y permitir la expresión de la Inteligencia de su
Dios, su Eón.
Es por ello que cada vez, cada
día que pasa de una efímera vida, es más complicado que la Dama y el Varón
encuentren a su alma gemela sin haberse desprendido de la falsa moralina ni del
timoratismo propio de las religiones del presuntuoso Gran Arconte o falso Eón.
En unión tántrica, sumidos en una
poderosa y profunda meditación espiritual, las dos partes polares de una sola
alma envían su oración metanoica hacia arriba, donde moran los astros, las
estrellas, los eones primordiales que yacen dormidos en profundo sueño estelar.
La Luz electromagnética de los amantes unidos en profunda cópula, cual despierto
espermatozoide y valiente caballero, agrede la cáscara ígnea del Eón
diciéndole. Abre las puertas de tu Ser y despierta que tu alma bipolar se
encuentra de regreso. Ábrete Sésamo. La Estrella a modo de óvulo estelar deja
penetrar el mensaje, metanoia, producido a millones de kilómetros de allí y
comienza a desperezarse hasta despertar.
Una vez despierto el Eón estelar,
las cáscaras materiales de su alma bipolar de algún modo se desvanecen muriendo
para el mundo de la materia y siendo reabsorbida su Esencia por el magnífico y
Divino cuerpo estelar que a partir de dicho instante, en una inmediatez,
reconoce todo lo que sucedió y la situación actual del Universo en el que se
encuentra brillando con su majestuosa luz.
-He permanecido durmiendo más
tiempo del que se encontraba programado. Debo despertar a mis hermanos.
Una frecuencia electromagnética,
una Metanoia Cósmica, es emitida con el poderío que solo un sol puede
desarrollar y esta señal despierta a todos y cada uno de los astros luminosos
del cosmos que, de forma instantánea, ponen en comunicación a sus almas
bipolares para ser reabsorbidas en su Ser así como sucediera, en un primer
instante, con nuestro Eón protagonista.
Toda la materia del cosmos es reabsorbida
por sus astros y estos se unen unos a otros para formar una única unidad
estelar que penetra en un inmenso vacío estelar como si entrara en un desagüe
llevándose consigo hasta la más ínfima partícula de espacio-tiempo. Todo ha
terminado y sin embargo todo ha comenzado de nuevo. Ya no existen ni el Mago ni
su Bruja Escarlata. Ya no existen los Eones separados sino que lo que algún día
en un remoto pasado fuera una emanación de la Unidad ha regresado a la Unidad y
recompuesto el Cuerpo del único Ser que siempre existió: Adam Kadmón. El único
Ser que lo abarca todo y donde fuera de él nada puede existir. El Nirvana de
los orientales y el Padre-Madre del mundo chamánico.
Pero Adam Kadmón no solo ha
recuperado su primigenia memoria sino que ahora, además, conserva las vivencias
de Aralba y su Dama escarlata así como el de sus otras incontables almas.
Esta es la Luz de un Iluminado de
Thelema, pues la Dama Roja aún no ha aparecido. Quizá la señal de Cagliostro no
esté siendo emitida en la dirección correcta o su fuerza aún sea incierta; pero
que así sucederán las cosas, de eso no hay duda alguna. Mi Señora del Alma, mi
Dama Roja, mi Bruja Escarlata atiende a mi súplica para acabar con tanto olvido
y dolor. Mi Señora del Alma abre tu pubis para que pueda penetrarte con la
columna espermática del Verdadero Adam.
ARALBA