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viernes, 25 de noviembre de 2011

El Incidente de "Brujasynescova"




La nave no se sostendría en el aire durante mucho tiempo más. Los generadores de gravedad estaban fallando y en breve dejarían de funcionar.


La "Brujasynescova" era una mole impresionante que podía contener dentro de su panza más de doce mil pasajeros junto a unos trescientos tripulantes fijos.


En ese instante sobrevolaba el centro de la gran ciudad federal de Macupaña y por cuyas calles y avenidas circulaban miles de autojets, estando las aceras repletas de viandantes que miraban hacia el cielo, comprobando con pavor como Brujasinescoba se precipitaba sobre sus cabezas.


Durante un instante parecía que fuera a aplastar las cúpulas de los edificios más altos de la ciudad. Alguna antena de comunicaciones fue arrastrada ante el avance de aquella monstruosidad de acero y titanio. Varios cascotes comenzaron a desprenderse y caer sobre los asustados ciudadanos y ocupantes de los vehículos que circulaban por sus calles.


La gente gritaba y se movía, de forma anárquica, intentando, unos entrar en las bocas de acceso al metropolitano, otros guarecerse en el interior de los más variopintos locales comerciales o de ocio.


Los chillidos se entremezclaban con el silencio absoluto de todos aquellos que, al ser aplastados por la multitud, perecían dejando de respirar e incapacitados para vocear. En cosa de segundos las calles dejaron de registrar movimiento alguno y los cadáveres se amontonaban a millares. De vez en cuando algún cuerpo mostraba estentóreos movimientos, indicando que allí quedaba, al menos, un hilillo de vitalidad.


Tras el silencio, se pudo escuchar el atronador ruido de unos potentes motores de inducción y que indicaba, a los escuchantes, que algo estaba sucediendo en el interior de Brujasynescova. Su tripulación había logrado, en un último instante, poner en marcha los motores auxiliares, lo que hizo que la poderosa nave de viajeros remontara altura para así poder alejarse de la poblada y maltrecha ciudadela.


Al día siguiente los periódicos de la metrópoli se hicieron eco del incidente acaecido y sus redactores pusieron el grito en el cielo porque no se había previsto la posibilidad de que sucediera una catástrofe de tal magnitud.


Las gentes volvían a salir a las calles como si se hubiese tratado de una mera anécdota y los autojets volvieron a circular por las calles y autovías de Macupaña. Solo las funerarias recibieron con gran alborozo las bienvenidas defunciones.


Bajó el número de parados al poder cubrirse las vacantes dejadas por los difuntos y la seguridad social pudo ahorrarse muchos millones de créditos en indemnizaciones por jubilación.


Como diría mi abuela: El muerto al hoyo y el vivo al bollo.


En El Estado Federal de Macupaña, sus ciudadanos siguieron actuando del mismo modo y no se realizó ninguna Ley para impedir que las gigantescas naves de pasajeros sobrevolaran la Ciudad.


Hacía generaciones que en el Nuevo Mundo no había guerras; pero los accidentes de grandes magnitudes se habían multiplicado por cien. Gracias al cielo eso significaba un gran soplo de aire fresco para la pervivencia de la población humana.


Aralba

martes, 15 de noviembre de 2011

ZARPA SINIESTRA

-Por fin nos encontramos de nuevo amadísimo Schuss, Ji,Ji,Ji.
-Chema, da demasiada importancia al contacto físico. En realidad eres un pelota irredento; pero me gusta. Si algo bueno ha salido de nuestra amistad, ha sido el saber dónde se encuentra tu minúsculo e insulso planeta.
-Vaya paliza que le dimos a los Karinas -volvió a dirigirse, el canino y bigotón Chema, al Pequeño Gran Almirante de la Federación de Planetas Sujetos-, ¿qué me va a tocar?
-Jodio pelota, Je, Je, Je, no te me ofendas, Je, Je, Je. ¿Cuándo realizamos otra carrerita? Ahora hablando en serio, creo que no te implicaste en exceso contra los Karina; de hecho, tus naves de guerra llegaron al Planeta Karín cuando ya todo había concluido...
-Pero Schuss -interrumpió Chemita, el Líder de los ignorados Spawnes-, no seas malo, mi gente se me echaba encima. Ya hubiese querido yo, que la implicación de nuestra armada espacial hubiese sido de mayor envergadura y rapidez...
-No hay excusas Chemi. O se es un Líder o se es un mentecato paz guato como tú. Te concedo una de las lunas desérticas del Sistema Karos. El planeta Karin lo reservo para que sea sojuzgado por mis leales y legendarias tropas. La jurisdicción de la Luna Casinadi, aunque pertenezca a las maltrechas tropas, amigas, de Lenon, podréis compartir ciertas tareas menores; como la recolección de las arenosas tierras lunares.
-Además, debes estarme agradecido que diera cobijo a tus hijos en mi planeta natal, Eua, cuando realizaron su procreador compromiso de futuro -continuó su perorata el exaltado Schuss. “Mira que traer niños retrasados a esta Galaxia” pensó Schuss mientras miraba a su contertulio por encima del hombro.
-Pero Schuss, mi Planeta necesita de Energía; ¿podríais compartir, Lenon y Eua con Spawnes, alguna de las minas menores de oleumdol?...
-Jodio por culo, como se dice en mi tierra vaquera, porque eres tan prolijo en ridiculeces. Tú mira por tu futuro y el de tu familia. ¿Qué te importan los habitantes de tu planeta?, ¿qué coño nos importa los famélicos habitantes de Karin? Qué se vayan a la mierda, ya que no sirven más que para demostrar el Poder que poseo sobre los habitantes de Eua y el resto de planetas, incluyendo el vuestro. Además no hagas que me enfade; si no quieres que mande a tus vecinos Romos a que invadan tu ridículo planeta...Je, Je, Je...
-Perdonar, venerado Schuss, nunca quise decir otra cosa que lo que acabas de plantear. Ya te estoy tremendamente agradecido por la ayuda que ha mostrado tu Nación en nuestra lucha contra los miserables separatistas de la Luna Escaria. ¿Apoyarás a mis secuaces en caso de que perdamos la carrera por el poder en Spawnes?
-A esto último amiguito Chema, te digo que me lo pensaré. En realidad, me importa un cojón de mico quien gobierne en tu Tierra. Quien llegue al poder en tu planeta, deberá rendir pleitesía a la Corte del Imperio; no obstante, si sigues siendo buenecito, te apoyaremos contra esos revolucionarios que os quieren echar del poder de vuestro ridículo terruño que se encuentra. ¿Dónde dijiste que estaba Chemita?..., que más da. No tiene la mayor importancia.
-¿Hacemos otra carrerilla Schuss?
-Oye tú, pero esta vez me quito las calzas de plomo que llevaba para endurecer los gemelos?
-Ji, Je, Ji, Je –rieron al unísono, mientras sus fuerzas armadas afilaban sus Zarpas, mirando con ojos de rapaz, a las profundidades del espacio en busca de cualquier otro planeta rebelde.
Aralba

martes, 8 de noviembre de 2011

LA GALAXIA CORPORATIVA


Año Seis mil y pico



Han transcurrido más de 20 años desde que la Gran Conflagración mundial dio el poder de la transmisión comercial a los Grandes Hierofas, poseedores del poder que mantiene desestructurado al Sistema Solar y al resto de la Galaxia. La estupidez humana ha hecho posible que un gran Agujero negro, económico, se desarrolle hasta abarcar a los confines de la galaxia; es quizá por esto por lo que a los dueños de todo se les ha venido a denominar como Grandes Agujeros Negros.

Poseedores del mayor imperio económico del Universo y de la más poderosa flota estelar, decidieron proteger sus bienes creando la Fundación para la protección de sus naves mercantes.

Cerricandaos, también llamado el Gran Pasador y el imponente Roncoplas conocido como el Gran Bronqueador, habían sido exiliados del planeta de los Obrinatos; poseedores de cierto conocimiento, en el tráfico estelar, fueron llamados por la presidencia de los Hierofas para dirigir la Gran Empresa Multifuncional que llevase a buen plan sus incógnitos propósitos, a saber: Acrecentar su poderoso agujero negro, tanto económico como político, hasta magnitudes Quasáricas; para ello, se arroparon con la leve sabiduría de ciertos componentes, también rescatados del exilio, como son Matalosporlobajo, denominado, en los bajos fondos como el Gran Siniestro y el bueno de Puntual el Auténtico.

Reuniéndose, estos, acordaron constituir la Gran Confederación Galáctica de los Protectores Estelares, cuya función era salvaguardar la flota de los Hierofas de cualquier contingencia nefasta que pudiera poner en peligro los fines de rapiña, que el Gran Agujero Negro pretendiera.

Cerricandaos y Roncoplas conformaron la más alta jerarquía de los Protectores Estelares, que hasta el presente se ha venido a denominar como Jerijetas. Para mantener su superior autoridad, nombraron a Matalosporlobajo y a Puntual como Negocilotas, parte de la jerarquía encargada de dirigir todos aquellos proyectos conducentes al fin propuesto.

Lógicamente, el Poder auténtico, siempre estuvo y al presente está en los Magníficos Hierofas que para realzar éste, su poder, aconsejaron la entrada como Negocilota a Nipasaná el Tesnico, encargado de toda la infraestructura o soporte práctico de Inteligencia Artificial.

Hecho esto, el Gran Jerijeta Cerricandaos introdujo en la jerarquía, mencionada, de los Negocilotas a Tranquivoces, también conocido como el coordinador de los cónsules estelares. Estos eran y son los encargados de representar a la Fundación en los diferentes planetas y engrosar las arcas de los Hierofas, consiguiendo que las flotas mercantiles y de piratería se unieran a la Gran Confederación de Protección Estelar.

Una vez conformada la célula de lo que vendría a ser el Centro del Universo y cuya sede se encuentra en el planeta más cercano del Sol, decidieron que debían aprovechar las migajas de los dinares estelares que los Hierofas no podían controlar y para ello se fundieron en una Organización, corporativa, de mutua ayuda donde los posteriores integrantes de la Fundación no pudieran penetrar...

Así actuaron durante breve tiempo, aprovechándose de un monopolio que no  tenía competencia entre los planetas habitados y que entonces eran conocidos. Viendo que el trabajo a desarrollar, a corto plazo, cada vez sería mayor decidieron sacar de otras confederaciones estelares a grandicerebros, para que se encargaran de ciertos trabajos a desarrollar.

Algunos de estos fueron Sir Gey Perceval que fue delegado del Negocilota conocido como el Gran Siniestro y Escurrecuyons, conocido como el Aguantabroncas que con el tiempo pasaron a formar parte de lo que hoy, en pleno siglo XXI, conocemos como los Negocicurrines, auténticos pilares de la Fundación; con ello, la confraternidad de los Jerijetas y de los Negocilotas afianzaban, para sí un futuro de ocio y prosperidad. Nipasana el Tesnico fue piedra fundamental de la operación manteniendo una Inteligencia Artificial que sólo era conocida por los Negocilotas Matalosporlobajo y Puntual; todo ello, avalado y potenciado por los Jerijetas; que tras haber pasado grandes penalidades en el exilio, decidieron comportarse, con los que a posteriori se denominarían como desgracicurrines, igual que sus anteriores mandos se habían comportado con ellos.

En pocos años estelares, los protectores desempeñaron correctamente su función al servicio de la flota mercante de los Hierofas.

Para desarrollar este trabajo, correctamente, tuvieron la inestimable aportación de diferentes organismos exteriores a la fundación como son los ya mencionados que representaban a la fundación en los confines de la Galaxia, a Juristas que se encargaban de reconducir todos aquellos altercados que se hubieran podido producir. Alguna Astronave de la Confederación Galáctica, así como los Inspectores, cuyo trabajo desarrollaban en dar valor en dinares galácticos a todos aquellos atestados que múltiplemente, cada día, se producían. No podemos olvidarnos de los distribuidores de combustible así como de materias primas que eran los objetos de tráfico de los Hierofas.

Sir Gey Perceval y Escurrecuyons, pasaron con el tiempo, como ya hemos mencionado, a formar un escalafón en la jerarquía denominada como Negocicurrines y que no poseían los privilegios, ya cerrados, de las Jerarquías superiores, pero encargados de que los desgracicurrines, autent1cos constructores del grueso de la Fundación rindieran para ganar su jornal, llenar sus propias arcas, y rellenar el agujero inmenso de los Hierofas.

Una vez instaurada esta Infra Jerarquía, y antes de esto, los Jerijetas y Negocilotas, exceptuando a Puntual también llamado el autentico, pasaron a formar parte de la gran flota de los Ociosos, cuyo tiempo inútil, no servía a nadie y ni tan siquiera a ellos mimos.

Tanto los Jerijetas como los Negocilotas, salvo excepciones, se aprovechaban de sus relaciones con los satélites y cobraban comisiones algunas veces insulsas y otras en especie; debemos constatar que los satélites ya mencionados eran o son todas aquellas organizaciones que trabajan para la Fundación pero sin pertenecer a ella.


Tras pasar ciertos años, habiéndose las altas Jerarquías desentendido de su puesto, habiendo delegado sus cargos en los Negocicurrines se produjo un altercado de grandes proporciones debido a algunos currilotas y que son los Desgracicurrines o trabajadores que pretendían llegar a puestos superiores, inconscientes de su misma imposibilidad.

Los Jerijetas y Negocilotas, llevados por una especie de neurosis persecutoria o paranoia decidieron castigar, por igual, a todos los desgracicurrines y currilotas, llevando a la masa productora de la fundación a unos niveles de descontento que no se han dado jamás en los tiempos históricos hasta el presente.

Los Hierofas hacían, con el transcurrir del tiempo, más negro y grande su agujero, ansioso de propiedades y dinares.

Dentro de sus posibilidades, los Jerijetas intentaban hacer lo mismo, dejando las migajas para los negocilotas y dando algo de cazo, de tarde en tarde, a los Negocicurrines.

Pasado un tiempo prudencial, los Desgracicurrines, hartos de ser explotados hicieron la guerra a los currilotas, destronándoles de sus ingenuas aspiraciones y unidos, ya, se enfrentaron a la fundación de malhechores.

Y esto os cuento, Sindico mío, para que veáis que la Constitución Inter Espacial, aún hoy en día no se cumple en la confederación de planetas unidos.

-Ingenuo Albany ¿Como pretendéis que el Sindicato Aero Espacial os apoye? ¿No sabéis que los Juristas de los Hierofas y de los Síndicos se dan la mano y se mantienen en Fraterna Corporatividad?
-Iros a tomar por...,
-y vos también.
-Me cago en la...,

El Hiper Espacio está corporativizado, ¿Quien lo descorporativizará? ¡El Señor que lo descorporativice, buen descorporativizador será!

Banj. . Banj. ..., Banj...
Joder, pero si se lo han cargado.

Mano izquierda sobre brazo derecho, alzamiento de puño derecho y vuelta a empezar.
El que tenga ojos para ver que vea. ¡De aquellos polvos, estos lodos!


P.D. Algunos negocicurrines se chivaron a los Hierofas de presuntas maniobras ladroniles, nunca demostradas, de los Protectores Estelares y fueron expulsados de la Federación. Los Hierofas, a partir de entonces, comenzaron a diezmar todo el activo de la Federación hasta que terminaron llevándola a la ruina total.

En el pasado reciente la Fundación para la Protección de las Naves Estelares fue dirigida por dos Equipos más, aparte del primero de Cerricandaos. En la actualidad, Año 6011, la Federación se está desmantelando tras una inmensa Supernova de proporciones cósmicas, y este que relata no es otro que el enterrador.

En realidad, queridos amigos, no hay ni buenos ni malos en esta Historia. No dejan de ser más que los mismos perros; pero con diferente collar.

Moraleja: No hay enemigo chico. Léase la Fábula de Esopo El Águila y el escarabajo


Aralba

jueves, 3 de noviembre de 2011

2050 Una Odisea Matrimonial


Con el único fin de confirmar unos protocolos legales, Zog y Betz, una pareja con contrato matrimonial prorrogable, se dirigen hacia la capital del Imperio Dazián, en el corazón del sistema estelar.


Tras haber utilizado el portal teleyector, llegan a media tarde, hora local. Hasta el día siguiente no tienen concertada su cita burocrática y buscan un espaciohotel donde poder reposar. Allí les proporcionan un habitáculo con tumbonas, antigravedad, individuales, dos porta objetos personales así como una mesa retráctil sobre la que se encuentran dos pads, de propaganda, desechables así como varias unidades de memoria con el logo del hotel (Todo ello contenido en el interior de un replicador de objetos inertes), un taburete de aluminio y un replicador de bebidas y alimentos encastrado en la pared y sobre el que hay una pequeña pantalla de holovisión.


Después de cenar, se dirigen a un local de ocio virtual, donde recrean, para su disfrute, un paisaje rural con cascada y río incluido. Cuando regresan al espaciohotel, cada uno se tumba en su respectiva unidad de sueño tomando en sus manos un personalbook.


Algunos instantes después, notan que los ocupantes del habitáculo adyacente están realizando el coito. Pueden imaginarse el sordo ruido de los cuerpos al frotarse entre sí, los dulces quejidos de la hembra así como los rudos sonidos producidos por el varón. Zog y Betz sonríen y se miran con complicidad como si recordaran tiempos pasados. Intentan realizar algún comentario chistoso; pero se reprimen y callan; se desean buenas noches y ordenan al ordenador que apague la luz.


Zog, ardiente por lo que acontece a su lado, y cuyos eróticos sonidos no dejan de martirizarle, piensa en comentarle algo a Betz. Quizá su pareja se encuentre tan receptiva como lo está él. Siente como salta de su lecho para dirigirse al de su pareja, como bromean acerca de la ardorosa actitud de sus anónimos vecinos; como él la acaricia el cabello y masajea su suave y tersa piel. Como enseguida dirige unas temblorosas manos hacia los turgentes pechos de ella. Todo sucede en su mente y está casi seguro que su pareja recibirá su actitud con agrado. Ese pensamiento positivo, de repente, se transforma de forma radical, y se acongoja al estar seguro de que la respuesta de su compañera será negativa. Hace solo unos pocos años ella habría tomado la iniciativa. Él podría haberle leído, sin dificultad, sus sentimientos; pero en este instante, después de diez años de rutinaria convivencia, la pasión del primer amor estaba extinguida. Zog, al abrigo de la cómplice oscuridad, masajea su pene, procurando no ser descubierto.


Breves instantes después de haber eyaculado, Betz le cuestiona si ya se encuentra dormido. Zog le replica que no. En el habitáculo adyacente gobierna el dulce silencio de un sexo satisfecho así como la alegre música de una tenue conversación salpicada de reprimidas risotadas. Betz decide tomar la iniciativa y se dirige a la cama de Zog. Lo observa, con cariño, se sienta a su lado y comienza a acariciarle la espalda, desde las cervicales hasta la vértebra sacra. Las expertas manos de la mujer toman, con fuerza, los glúteos de él.


Zog, sintiéndose vencido por el cansancio, se avergüenza de haberse masturbado; pero no tiene la suficiente hombría como para confesarlo a su pareja. Venciendo la natural resistencia del sueño, le dice a ella, que se encuentra cansado.


Betz, al sentirse rechazada, deja de mimarlo. El silencio inunda la sala. Un silencio sepulcral y eterno se hace tan espeso como la esencia del granito. Zog percibe como su esposa regresa a su unidad de descanso.


Puede sentir, una y otra vez, como ella se revuelve en el interior de su unidad de sueño. Cada movimiento, de su pareja, viene a ser como un afilado estilete que se le clavara hasta lo más profundo de su alma. El remordimiento toma forma consistente en su boca del estómago impidiéndole conciliar el sueño.


Pero por lo que más culpa siente es por no haber sido sincero con ella. Siente como, con el paso de los años, se han convertido en dos auténticos extraños. Ya no recuerda si algún día se habían conocido de verdad. La semilla de la desconfianza germinó, en sus corazones, hace tiempo y la llama de la comunicación se fue extinguiendo en el mismo proceso.


En un auténtico impulso de sinceridad, Zog se dirige a su esposa y le confiesa el real motivo de su cansancio. Con ello intenta, aunque no sabe como, reavivar ese algo perdido; pero también le indica, con poco tino, que resultó consecuencia de haber pensado que ella tampoco tendría ganas de realizar el amor. La contestación de Betz resultó tan convincente como el propio silencio.


Algo más tarde, ese mismo silencio es roto por un sordo sonido de tejido y jugos al ser frotados. Éste proviene del lecho de Betz. Zog comprende, con premura, que su compañera ha decidido imitar su propia actitud anterior.


La amargura inunda su corazón. Su virilidad ha sido herida y sus sollozos acompañan, en paradójica armonía, el sonido producido por Betz en el transcurso de su fémina masturbación. Al consumarse el orgasmo, Zog ahoga su llanto en el blanco almohadón de polímeros de su unidad de descanso; mientras que Betz reprime su rabia mordiéndose el dorso de la mano.


Al día siguiente, la pareja decidió no confirmar su contrato matrimonial, haciendo uso de la natural cláusula de divorcio.

Alba Koshinaji